Dipuchemos
No deja de llamar la atención que, habiendo otros temas sobre los cuales se deba legislar, los diputados se desvíen en propuestas tan inusuales como hacer obligatorios los exámenes toxicológicos…
“¡Ya no hay temor de Dios!” exclamó santiguándose una y otra vez doña Chela, cuando se enteró de la grave acusación de un diputadito guinda, de que algunos de sus compañeros van a legislar en estado inconveniente, sea por los influjos del alcohol o de alguna otra sustancia más inspiradora y adictiva” lamentó.
–“Tremendo escándalo se ha armado en el Poder Legislativo, le respondió don Memín, quien recordó que esa grave acusación del “Popeyito”, como se conoce al diputado que dijo lo anterior, fue complementada con la propuesta de que todos nuestros padres conscriptos se hagan un examen toxicológico para saber qué es lo que consumen en sus ratos de ocio”.
–Bueno, el “Popeyito” tiene una panza cahuamera que nos ilustra qué es lo que consume con toda seguridad todos los fines de semana, además de que hay un video que ha circulado viralmente donde se le ve en estado inconveniente peleándose con un mesero porque ya los estaban sacando del local donde se armó la tremenda fiesta. No solo se le ve dominado por Baco, sino como siempre, con su actitud prepotente y altanera” comentó el viejo don Julián.
–“Aunque pareciera un debate insulso, banal, rebosante de trivialidad y superficialidades, comentó con toda seriedad el poeta Casimiro, la verdad es que detrás de esa propuesta hay un trasfondo político muy preocupante. Primero porque se acusa a los diputados de consumir sustancias prohibidas, y acudir así a sesionar; segundo, porque se les pretende colocar una guillotina para exhibirlos como viciosos en caso de salir con resultados positivos, y tercero, sostener que los que critican al Gobierno, los que se oponen a este régimen, tienen que ser necesariamente drogadictos o borrachos. Se estigmatiza, se marca, se mancha de origen a los opositores” lamentó.
–Debo coincidir en que no es un tema superficial, concedió más calmado el viejo Julián. Pero no deja de llamar la atención que, habiendo otros temas sobre los cuales se deba legislar, se desvíen en propuestas tan inusuales que de solo escucharlas causan risa o provocan lástima, sobre todo proviniendo de esta Legislatura que solo ha demostrado sumisión y servilismo para con la gobernanta”.
–Ya solo falta que coloquen el alcoholímetro o los instrumentos de laboratorio para checar la sangre de los diputados antes de cada sesión. Y no descarto que lo vayan a ser, porque son autoritarios, pero también tontos los de la mayoría. Lo que no saben es que varios de ellos van a ser exhibidos con esos exámenes. Ellos solitos se están colocando la soga al cuello” aseveró.