CALAVERITA: MUERTE EN CARRETERAS
Son verdades de a deveras
que nuestra anciana ignoró,
y ahora, ¿por qué lloró
por muertes en carreteras?
Y en una actitud jocosa,
un martes se disculpó;
aunque nadie le creyó,
porque no es así la cosa.
Hoy descansa en tumba fría
con sentencia de corrupta,
y en decisión muy abrupta
se le inscribe como arpía.