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Alex fue golpeado cuando tenía 8 años, ahora lucha por su vida

 

Alex apenas tiene 11 años y lucha por su vida, ya que hace tres años recibió un golpe en la cabeza cuando se encontraba en una primaria de Zinacantepec, que le dejó severas secuelas al grado de quedar paralizado y postrado en una cama luchando por su vida, mientras que su familia vive un martirio en busca de ayuda.

Hace tres años, precisamente a finales de junio de 2019, Alex cursaba el segundo año de primaria en la escuela Lázaro Cárdenas, en Zinacantepec, donde uno de sus compañeros lo golpeó con una silla en la cabeza. Alex no quiso contar, tampoco presentó una lesión visible y simplemente llegó a casa a dormir; sin embargo, la madre supo lo que había sucedido. “Lo que me comentaron sus compañeros fue que un compañero de su salón que le dio un golpe con la silla”, comentó Berenice, madre de Alex.

Escuela omisa

Al enterarse Berenice acudió a la escuela para que las autoridades educativas se hicieran responsables, ya que Alex comenzaba a percibir dolores en pies y manos, pero a pesar de que la maestra reconoció que fue un golpe mientras los niños jugaban, el director se negó a responder bajo el argumento de que nada le aseguraba que el golpe lo haya recibido en las aulas. “La maestra me comentó que estaban jugando y que por eso le había pegado, pero no era nada grave. Fui con el director y me dijo que a él no le constaba que había sido en la escuela”, relató la madre.

Sin diagnóstico claro

Desde ese momento comenzó el sufrimiento de Alex y el martirio de la familia, ya que el pequeño comenzó a presentar parálisis en la mitad del cuerpo. Lo llevaron con diferentes médicos y nadie le pudo dar un diagnóstico concreto, mientras que el niño iba perdiendo funciones motrices hasta no poder moverse ni hablar. “Últimamente se le fue el habla y se le paralizó la otra mitad de su cuerpo”. A pesar de no tener el apoyo de las autoridades escolares, el DIF de Zinacantepec comenzó a ayudar a la familia y llevaron al pequeño Alex al Hospital del Niño, donde les dieron pocas esperanzas. “Me dijeron que mi niño venía muy grave, que tenía esclerosis múltiple, que había avanzado y que se iba a quedar en estado vegetativo”.

Era un coágulo

Con ayuda de Noemí Hernández, presidenta del DIF Zinacantepec, Alex fue trasladado a la Ciudad de México con un traumatólogo para una segunda opinión, especialista que les dio un diagnóstico más detallado, en el cual refirió que el niño presenta un coágulo de sangre en el cerebro. “Nos dijo que tenía un coágulo de sangre en un lado del cerebro y, del otro, una mancha que era líquido de hueso”. Por ahora Alex no puede ni comer por lo que requiere de una sonda para alimentarse, pero la familia no cuenta con suficiente dinero para la sonda y el tratamiento, y es que para los siguientes estudios Alex requiere subir de peso. Es por ello que la familia busca ayuda para el tratamiento del niño.

 

Fuente: Milenio

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