Opinión

SOMBRERO AJENO

Hay muchos puntos que se deben aclarar y ojalá que en algún espacio público se pueda proporcionar la información necesaria a la gente, para que se planteen dudas y se despeje cualquier incertidumbre.

Ya se anunció oficialmente que a partir del próximo miércoles 29 de octubre, entrarán en servicio los 120 autobuses chinos de la empresa Movibus, y que durante el lapso de un mes, la transportación de los pasajeros en todas las rutas de toda la ciudad y de comunidades circunvencinas (Lerma y Chiná), será gratuita.

No puede negarse que ambos anuncios –la incorporación de todas las unidades, y la gratuitad del servicio—causaron buen impacto en la comunidad, que ya empezaba a desesperarse porque los habitantes de varias colonias enfrentan todos los días verdaderos viacrucis para salir de sus hogares para dirigirse a sus trabajos, y para el retorno vespertino. También los estudiantes que salen de clases después de las 8 de la noche, porque a esa hora ya no hay transporte más que mediante taxis o las aplicaciones digitales Didi e Indrive.

En aras de la solución de un problema que es bastante complejo, podríamos validar que la gobernadora se lleve por el momento todo el mérito. Vaya, que saque raja política de un servicio que se ha financiado estrictamente con recursos públicos, y que por tanto le ha costado al pueblo. Que mantenga su costumbre pues, de saludar con sombrero ajeno.

Pero en algún momento esperemos que los que conocen del tema presenten información suficiente y abundante de los pormenores de este anuncio. Desde los horarios reales de trabajo –por ahora después de las 9 pm ya no hay camiones en ningún lado–, como de los detalles técnicos: ubicación de los paraderos, rutas que se van a cubrir, rutas donde será obligatorio transbordar y si se mantendrá la conexión hasta ahora eficiente que brindan las combis del FUTV en todas las áreas que cubren.

Es prioritario conocer esos detalles para que quienes por ahora viajamos desde nuestras colonias hasta el centro de manera directa podamos hacer nuestras planeaciones, y ajustemos los horarios de salida, para evitar retrasos en la escuela o en el trabajo.

Otro tema fundamental es el de las tarjetas de prepago. Ya se habilitaron algunos expendios de cerveza para recargarlas, pero físicamente pocos ciudadanos pueden presumir que ya cuentan con su plástico. ¿Por qué el retraso? Ojalá lo expliquen.

Hay muchos puntos que se deben aclarar y ojalá que en algún espacio público se pueda proporcionar la información necesaria a la gente, para que se planteen dudas y se despeje cualquier incertidumbre.

Estamos ciertamente a un paso de una transformación radical del servicio de transporte urbano, pero las cosas deben hacerse bien.

No importa que la gobernadora presuma este cambio como si sus costos hubieran salido de su bolsillo. El dinero con que se ha financiado es público, proviene de nuestros impuestos y por tanto es esencialmente gracias a nosotros. Si ella quiere financiar su populismo con dinero ajeno, es su problema.

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