MARCELA MUÑOZ SE BURLA DE LAS CRÍTICAS DE MEDINA FARFÁN MIENTRAS DIPUTADOS MORENISTAS LE APLAUDEN
QUE TIENE OTROS DATOS SOBRE LA INSEGURIDAD EN CAMPECHE
Ricardo Medina Farfán no dudó en exponer el “desastroso” estado de la seguridad en Campeche. Visiblemente indignado, recalcó a Marcela Muñoz que “desde su llegada a Campeche se ha vivido un aumento de la inseguridad; aumentó el hom¡c1dio doloso, aumentó la vio|enc¡a intrafamiliar, aumentaron los fem¡nic!dios; esto no ocurría antes en Campeche”. Estas palabras provocaron que diputados y servidores públicos presentes abuchearan al diputado, intentando opacar sus comentarios, lo que evidencia que estas comparecencias han dejado de ser un espacio para la rendición de cuentas, convirtiéndose en un escenario de complicidad política.
El diputado continuó cuestionando la legitimidad de la gestión de Muñoz, afirmando que si hoy está al frente de la institución, “no es por otra razón que por una decisión política, no por un buen desempeño, no por buenos resultados, sino por una decisión política”. En su discurso, Medina Farfán también mencionó la creciente presencia del crimen organizado, destacando que “en Campeche se está viviendo una lucha del crimen organizado por el narcomenudeo, y esto está ocurriendo a partir de su llegada particularmente”.
Sin embargo, lo más alarmante de la comparecencia no fueron las críticas del diputado, sino la respuesta de la Secretaria Muñoz, quien, lejos de asumir su responsabilidad, recurrió a una actitud despectiva y casi burlona. En lugar de ofrecer explicaciones contundentes o mostrar disposición para atender las preocupaciones expuestas, la funcionaria se limitó a decir que ella “tenía otros datos”, en una clara referencia a las palabras del presidente. Además, negó las acusaciones de un posible homicidio doloso en Champotón, insinuando que Medina Farfán estaba mal informado, sin mostrar ni un ápice de empatía hacia las víctimas.
Esta actitud de Marcela Muñoz ha dejado en claro que, bajo la actual administración, la seguridad en Campeche está en manos de una funcionaria que, en lugar de enfrentar los problemas, prefiere ocultarlos tras discursos vacíos y datos manipulados. Mientras tanto, los campechanos continúan siendo víctimas de un sistema que, en lugar de protegerlos, parece estar más interesado en aplaudir.
