AUNQUE EL GOBIERNO LO NIEGUE, LA VIOLENCIA AUMENTA Y QUIENES PIENSAN DISTINTO SON DESCALIFICADOS: OBISPOS; “NO PODEMOS CALLAR ANTE EL DOLOR”
Al lamentar que el país viva un deterioro continuo por el aumento de inseguridad, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) resaltó que Dios no ha abandonado a México, que el Señor camina con su pueblo herido y su amor sigue siendo más fuerte que los retos que enfrentamos, y que aunque las autoridades hablan de justicia, la impunidad sigue marcando nuestra vida diaria, y “ante tanto dolor no podemos callar, sino hablar y no por resentimiento, sino por amor al pueblo y a la nación”.
En un videomensaje tras la Asamblea CXIX, los obispos aseguraron que la violencia que enfrentan miles de familias no coincide con los reportes gubernamentales u oficiales que hablan de reducciones en los delitos de alto impacto, y que también dicen respetar las libertades, pero quienes piensan distinto son señalados y descalificados.
El pronunciamiento, encabezado por monseñor Ramón Castro Castro, presidente de la CEM y obispo de Cuernavaca, sostiene que el clima de agresiones, intimidaciones, extorsiones y desapariciones muestra una crisis más profunda que la reflejada en los indicadores oficiales.
Castro Castro expresó que la impunidad sigue siendo uno de los factores que más lastiman a la sociedad, y criticó el discurso oficial que destaca avances económicos, mientras el costo de la canasta básica y los salarios insuficientes siguen presionando el bolsillo de millones de hogares. “Nos dicen que la economía mejora, pero muchas familias no pueden llenar su canasta básica”, criticó.
El Episcopado alertó sobre el papel de los jóvenes en este contexto, mencionando que muchos viven sin alternativas educativas o laborales en regiones donde el crimen organizado opera abiertamente y por eso son reclutados.
En el caso de los migrantes, la CEM denunció que las rutas del sur y norte del país se han convertido en zonas de alto riesgo por secuestros, extorsiones y abusos, y expuso que la Iglesia ha documentado agresiones frecuentes contra personas en tránsito, incluyendo sacerdotes y voluntarios.
El Episcopado pidió colocar a la familia en el centro de las políticas públicas, y llamó a fortalecer los lazos comunitarios para enfrentar la crisis, porque “una nación que no protege al núcleo familiar, se desprotege a sí misma”.
Monseñor Héctor Mario Pérez Villarreal, secretario general de la CEM, aseguró que pese a la adversidad, “México sigue buscando caminos de paz”, y la Ruta jubilar del 2025 al 2033 es un camino de esperanza.

