QUE COSTUMBRES EXTRANJERAS NO CAMBIEN TRADICIÓN MEXICANA DEL DÍA DE MUERTOS: PADRE JOSÉ VERDEJO
Ciudad del Carmen .- El párroco y rector del Santuario Diocesano Mariano de Nuestra Señora del Carmen, José Francisco Verdejo Aguilera, exhortó a las familias carmelitas a mantener viva la tradición mexicana del Día de Muertos, y no dejarse influenciar por costumbres extranjeras que desvirtúan el sentido espiritual y cultural de esta celebración.
El sacerdote recordó que los días 1 y 2 de noviembre son fechas profundamente arraigadas en la identidad nacional, para honrar la memoria de los fieles difuntos y fortalecer la unión familiar.
“Nuestro país es admirado por su riqueza cultural, y no tenemos por qué ser una copia de culturas que no son las nuestras. Cuando no nos identificamos con nuestras raíces, terminamos adoptando cosas que no nos pertenecen”, advirtió.
El padre Verdejo Aguilera subrayó que las tradiciones mexicanas, como la elaboración de altares, las oraciones y el compartir alimentos con familiares y amigos, son expresiones que mantienen viva la conexión con los seres queridos que han partido.
El Día de Muertos es celebrar la memoria de esos hombres y mujeres que nos han dejado en la tierra, honrarlos a través de los rezos, de los altares y de esa bonita costumbre de compartir el alimento. Eso es lo nuestro, lo que nos distingue y une, afirmó, e invitó a la reflexión sobre la vida y la muerte, recordando que todos formamos parte de un mismo ciclo y tarde o temprano nuestros nombres y nuestras fotografías pasarán a formar parte de esa lista de los fieles difuntos. Por eso, mientras estemos en este mundo, esforcémonos por hacer el bien, según nuestras creencias y costumbres.
Finalmente, hizo un llamado a la comunidad a compartir con humildad y generosidad lo poco o mucho que se tenga, sin perder de vista el verdadero sentido de estas fechas. “No se trata de tener para comprar dulces o pan, sino de compartir con el hermano lo que Dios nos ha dado. Lo importante es hacerlo de corazón, eso es lo que realmente vale a los ojos de Dios”.

