EN LAS TRIPAS DEL JAGUAR: 13 DE NOVIEMBRE DE 2025
QUE AHORA ES “LA EMPLEADA DEL PUEBLO”.
Transcurridos 50 meses de su gobierno, Layda Sansores entregó 29 vehículos y uniformes a personal de la FGECAM, porque ya sus unidades —al igual que su gobierno— “tienen mecates para amarrar las puertas”. Les dijo que con “Marcela también de acuerdo, vamos dando más impulso también a la Fiscalía”, confirmando que Jakson Villacís es un subordinado de la inepta guanajuatense.
El personal presente, aún agobiado y resentido por el maltrato de Sansores a los más de 300 policías que fueron despedidos por protestar y exigir la renuncia de Marcela Muñoz tras el fallido operativo de Kobén, al cual los envió sin equipos, escuchó atónito a la gobernadora decir “el poder es el que sirve al pueblo, soy su empleada, soy la gente que tiene que escuchar y ver que hace por ustedes”.
Y si es su empleada, ¿por qué no escuchó a los policías que protestaban por los probados maltratos, ineptitud y corruptelas de Marcela Muñoz? Si el poder sirve al pueblo ¿por qué no los escuchó cuando pidieron la renuncia de la guanajuatense? Además, ¿qué ha hecho por los campechanos en estos 50 meses? O mejor dicho, ¿cuándo empezará a escucharlos? Al igual que sucede con la presidente Claudia Sheinbaum, sus palabras no van de acuerdo a sus hechos. Ambos gobiernos, el federal y estatal, se escriben con A de Arbitrariedad, Ausencia y Avaricia.
NO SON FUNCIONALES LOS CAMIONES KOÓX.
Las quejas por el pésimo nuevo sistema de transporte público Ko’ox se multiplican en las diversas colonias populares, mientras la autoproclamada “empleada del pueblo”, Layda Sansores, sigue ausente, se niega a escuchar a los usuarios y arbitrariamente afirma que “no habrá vuelta atrás”. En otras palabras, jódanse y acostúmbrense.
El problema es que nunca hubo un proyecto del Ko’ox. Se compraron camiones cuya circulación por las calles de la ciudad es complicada, por lo que ahora se busca adecuar las rutas de transporte a las calles en las cuales puedan transitar estas unidades, sin importar el enorme malestar que ocasionan a los usuarios. Esto nos lleva a la pregunta que hizo en redes sociales el periodista Luis Armando Mendoza: ¿qué va a pasar cuando la gente encabronada queme el primer Ko’ox?
A Layda Sansores le debió haber advertido su grupo de expertos transportistas de esa situación. El problema que se ocasionó por comprar unidades inadecuadas no se soluciona con paciencia. Es un fracaso más de esta administración que gastó más de 400 millones de pesos en camiones que no son funcionales y quiere que se usen a la de a huevo. Aquí hay de dos: “escuchar al pueblo” y regresar a las rutas anteriores, o que el pueblo empiece a quemar los camiones. ¿Qué pasará primero?

