RENUNCIA DE LILIA MÓNICA LÓPEZ BENÍTEZ: 36 AÑOS DE SERVICIO Y UN MENSAJE SILENCIOSO AL PODER JUDICIAL
Entre la dignidad y la disidencia: el retiro de la magistrada que cuestionó la reforma judicial.
Después de 36 años de servicio, la magistrada Lilia Mónica López Benítez, una de las figuras más respetadas y lúcidas del Poder Judicial de la Federación (PJF), presentó este jueves 16 de octubre su renuncia definitiva como juzgadora. Su salida marca el fin de una era caracterizada por el profesionalismo, la ética y la defensa de la independencia judicial, pero también deja al descubierto el profundo desgaste institucional que enfrenta hoy la justicia mexicana.
Exconsejera de la extinta Judicatura Federal (CJF), López Benítez se distinguió por su postura crítica frente a la reforma judicial impulsada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, aprobada por mayoría en el Congreso de la Unión con el respaldo de Morena y sus aliados.
Durante su mensaje de despedida, en una sesión extraordinaria del Séptimo Tribunal Colegiado en Materia Penal del Primer Circuito, la magistrada expresó con firmeza su preocupación por el rumbo del sistema judicial:
“La reforma cambió el alma de la justicia mexicana. No sólo modificó estructuras; quebró proyectos de vida, vocaciones y sueños”, advirtió.
UNA RENUNCIA QUE TRASCIENDE LO PERSONAL
Aunque oficialmente su salida fue registrada como un retiro voluntario, entre integrantes del Poder Judicial su decisión es vista como una forma de protesta silenciosa ante el debilitamiento de la independencia judicial y la desaparición de la carrera profesional basada en el mérito.
El tribunal concedió a López Benítez una licencia prejubilatoria del 16 de octubre al 15 de diciembre, y avaló su retiro definitivo a partir del 16 de diciembre de este año.
En su discurso, lamentó que la reforma judicial haya “cercenado carreras judiciales” y que “años de experiencia se desperdicien con consecuencias que impactarán la impartición de justicia”. En redes sociales calificó las modificaciones como “funestas” y aseguró que la reestructuración no sólo afectó instituciones, sino también a quienes dedicaron su vida al servicio público desde los tribunales.
CONTROVERSIA POR SU INCLUSIÓN EN LISTAS ELECTORALES
La magistrada también reveló irregularidades en los procesos de designación judicial, al denunciar que su nombre apareció en las listas de aspirantes a la elección judicial enviadas por el Senado al Instituto Nacional Electoral (INE), pese a que ella había declinado participar.
En su cuenta de la red social X, López Benítez escribió:
“Para mi sorpresa, estoy incluida en esa lista, pese a que no me he postulado y, por el contrario, presenté mi declinación ante el Senado”.
El hecho fue interpretado como una muestra de falta de transparencia y desorden institucional en los procesos internos de selección de juzgadores.
EL FIN DE UNA ERA EN LA JUDICATURA
La salida de Lilia Mónica López Benítez no sólo representa el retiro de una funcionaria ejemplar, sino también el síntoma de una transformación profunda y polémica dentro del Poder Judicial, donde las voces críticas parecen quedar cada vez más aisladas.
Con su renuncia, se extingue una de las trayectorias más sólidas y comprometidas con la independencia judicial, y se envía un mensaje que resuena entre quienes aún defienden el equilibrio de poderes en México.
Fuente: El Financiero – BÚHO PENAL

