EXPEDIENTE | LEVANTONES EN EL SUR ¿Y EL FISCAL?
Si hay un caso que retrata a la perfección el rostro del fracaso de Jackson Villacís Rosado como fiscal general del Estado, sin duda alguna que es el asesinato de la joven empresaria ganadera Margarita Aracely Contreras Luna, ejecutada a ráfagas de metralleta el pasado 7 de julio, cuyo crimen no solo sigue impune, sino que en el colmo de la ineptitud policiaca, dos de los principales testigos de su homicidio fueron “levantados” y desaparecidos sin que nadie se preocupe por ellos.
Y sí, aunque parezca una historia siniestra de la guerra entY sí, aunque parezca una historia siniestra de la guerra enttre los gánsters de Chicago de los años 30s del siglo pasado, o de una fase del pleito entre la “Mayiza” y la “Chapiza” en Sinaloa, tres personas fueron levantadas hace una semana en la región de Aguacatal para silenciarlos, es decir, para que no acudan a testificar contra los asesinos de la ganadera Margarita Aracely Contreras Luna.
Esta historia de terror y de impunidad que ocurre en nuestro “Campeche seguro, pacífico y tranquilo”, como presume la guanajuatense Marcela Muñoz, no le ha merecido a la gobernadora Layda Sansores ni una sola palabra. Extraviada en sus estridentes discursos que solo sirven para ofender la dignidad de las mujeres indígenas pobres, a Layda Sansores no le importa que en Aguacatal siga imperando la ley de la selva, y que mujeres emprendedoras, ganaderas y exitosas como Aracely sean violentamente asesinadas. Su concepto abstracto e irreal de la misoginia no encaja dentro de los hechos reales de violencia contra las mujeres. No, a menos que lo cometa un periodista o un militante de Movimiento Ciudadano.
Del fiscal Jackson Villacís Rosado no podemos esperar mucho. Desconoce el caso, no le interesa y hay muchos intereses en juego. Lo suyo es desmentir lo que todos vemos que ocurre –el atentado contra Flavio Rosales Vázquez, viudo de Aracely y el levantón de tres campesinos, entre ellos dos testigos del caso, por ejemplo— y asegurar que “se sigue trabajando” en el caso.
La realidad, es que tal y como se sabe en los pasillos de la Fiscalía, el champotonero es un auténtico cero a la izquierda. Él no toma decisiones. él no ordena, él no organiza prioridades, él no coordina nada. Quien está al frente es el vicefiscal, Arturito Bravo Muñoz, y como se fue de vacaciones junto con su mamá desde hace una semana, en la Fiscalía ya no hay quien autorice ni siquiera que se saquen copias.
Mientras el junior vacaciona y el fiscal Jackson se hace pato, el drama que viven decenas de familias en la región de Aguacatal sigue empeorando. Los pobladores ya vieron que de nada sirve recurrir a las autoridades. Es inútil acudir al Ministerio Público a denunciar e incluso, no les ayuda en mucho pedir el auxilio de los militares. Al parecer el enemigo es muy poderoso, tiene tentáculos en todas partes, y cuando los ministeriales quieren dar un paso, ellos ya se brincaron a los Estados Unidos.
Recuérdese que Aracely advirtió a través de su cuenta de Facebook sobre el riesgo que corría desde cuatro meses antes que fuera ejecutada. Acudió a las vicefiscalías de Candelaria y Escárcega a denunciar, identificó con fotografías el vehículo y los rostros de los hombres que la perseguían, pero nadie hizo nada.
Continuó con sus publicaciones sobre las agresiones a balazos que sufría en su rancho y contra su hijo a quien le habrían disparado, los atentados contra su rancho donde los agresores cortaron los alambres del cerco para que su ganado escapara y además le quemaron parte de su propiedad. ¿Qué hicieron desde entonces Jackson y su vicefiscal Arturito? Nada. Dejaron que las agresiones continuaran hasta que estallaron las ráfagas de metralleta que privaron la vida de la joven empresaria ganadera.
Ahora nos encontramos con el caso de tres campesinos desaparecidos, dos de los cuales estaban listos para ir a testificar contra los asesinos y contra los autores intelectuales de estos hechos que han aterrorizado a los habitantes de Aguacatal.
¿Cómo ha respondido la Fiscalía ante el levantón a los testigos? Con más valemadrismo. Indolencia total, indiferencia absoluta. Quizá esperan a que los cuerpos aparezcan sin vida, para después secarse el cerebro en busca de explicaciones fantasiosas. Por ejemplo, que se los llevaron los aluxes y que murieron de hambre en la selva.
Hace unos días, familiares de tres personas privadas de su libertad protestaron en esta capital. Denunciaron públicamente la falta de atención de la Fiscalía General del Estado de Campeche (FGE), a la que acusan de actuar con lentitud y desinterés frente a la gravedad del caso.Hablaron del grupo armado que irrumpió en el rancho y se llevó por la fuerza a los tres empleados y dijeron que ni los militares se han querido sumar a las labores de búsqueda de los tres desaparecidos.
¿Tanto poder tienen los malosos que controlan esa zona que nadie puede meterlos en cintura? ¿Comparten intereses? ¿O es que tienen a un padrino de alto nivel que les confiere impunidad y protección? Algo muy, pero muy raro está sucediendo en esa importante región ganadera del sur de nuestra entidad… y Layda Sansores sigue sin decir nada de ello.
No olvidemos aquel refrán que dice que no tiene la culpa el indio, sino el que lo hace compadre. Atentos.