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EXPEDIENTE | QUIEREN VIOLENTAR LA ELECCIÓN

El atentado con una bomba Molotov que sufrió en su domicilio la candidata del PRI-PRD a la Alcaldía de El Carmen, María Elena Ruiz González, las intimidaciones que se han registrado contra otros abanderados de la oposición en los municipios y la persecución política y judicial contra candidatos mocistas encabezados por Eliseo Fernández y Paul Arce, han sacado a flote otra de las estrategias del Gobierno Laydista para enturbiar los comicios que se avecinan.

La principal motivación para generar violencia, sembrar pánico y terror entre el electorado y anular a los adversarios más fuertes,  tiene lógica y sentido común: los abanderados de Morena se saben en desventaja en las preferencias ciudadanas. 

Están cosechando todo el repudio ciudadano contra la Gobernadora, el cual se ha incrementado notoriamente desde hace dos meses, y saben que muchísimos de los militantes morenistas quedaron inconformes con la postulación de la mayoría de las candidaturas y son ellos los que van a implementar desde adentro, el voto de castigo contra su propio partido.

En un intento desesperado por llamar la atención, varios candidatos morenistas se han declarado víctimas de agresiones en sus recorridos. Hemos constatado que el pueblo les ha cerrado las puertas de sus casas por la sencilla razón de que no creen en ellos, y hemos visto incluso en videos, cómo es que la gente los saca de sus colonias o barrios en  reclamo por el incumplimiento de sus promesas, y las traiciones de la Gobernadora Layda Sansores. 

Lo curioso es que en las publicaciones donde se da cuenta de esos hechos, los comentarios de los cibernautas no han sido de solidaridad para con los candidatos morenistas “agredidos”, sino de justificación al rechazo ciudadano, lo que nos confirma que esa estrategia de victimizarse no les está funcionando ni les va funcionar, porque el pueblo está ampliamente informado de lo que está pasando y no se deja engañar ni manipular tan fácilmente.

No olvidemos que el supuesto atentado contra Jamile Moguel y su  pareja “Rafita” no tuvo el impacto que sus planeadores esperaban. Es cierto que recibieron inicialmente la solidaridad de algún sector de la ciudadanía, pero toda la estrategia se les derrumbó cuando empezaron a utilizar ese acontecimiento con fines políticos y partidistas, y para involucrar en el suceso al exalcalde Eliseo Fernández, sin que se presentara una sola prueba al respecto.

Nadie desea que en esta campaña se repita en Campeche lo que ha pasado en otros estados del país: que algún candidato sea víctima mortal de un atentado, quisiéramos que las campañas se desarrollen más en el intercambio de propuestas, en el debate de ideas, en el convencimiento más que en la represión o la violencia.

Sin embargo sabemos que al lado de la Gobernadora Sansores opera gente nefasta, perversa y afectada de sus facultades mentales, a quienes no les interesa lo que el pueblo diga, opine o por quién vote, sino que el resultado de la elección sea la que ellos esperan, es decir, la derrota de sus adversarios.

Ya vimos que en los preparativos del proceso electoral, ese mismo operador nefasto y perverso de la gobernadora, llamado Gerardo Sánchez Sansores, se tomó fotografías con los líderes de colonias del PRI, a quienes su tía catalogaba en el pasado como mapaches, vándalos, búfalas y corruptos, pero que ahora son los que acarrean gente a los mítines de Jamile y de los otros candidatos de Morena, son los que están recolectando credenciales de elector a cambio de dinero, y los que el día de la jornada comicial van a operar todos los mecanismos fraudulentos para que los morenistas puedan obtener la mayoría de sufragios.

Y si esas mapacherías no les dieran el resultado que esperan, entonces activarán el plan alterno que es generar violencia. Propiciar el terror y el pánico para que la gente no vaya a votar, y al final de la jornada sobornar a todos los representantes de los partidos en las casillas para que acepten modificar las actas de escrutinio y cómputo para entregar resultados que los favorezcan en el cómputo final aunque sea con la mínima cantidad de votos.

Es decir, en Campeche se van a implementar todos los operativos para violentar la elección, que los mapaches al servicio de Carlos Sansores Pérez diseñaron desde hace más de medio siglo, que el PRI perfeccionó y perpetuó posteriormente, y que ahora utiliza Morena para mantenerse en el poder.

Por eso es importante que los ciudadanos estén informados de todo lo que está en juego en los comicios que se avecinan. A Layda Sansores y a su equipo desquiciado de asesores que encabeza Seso Loco no les importa si en Campeche triunfa o no Claudia Sheinbaum. Saben que términos porcentuales, los resultados de Campeche son insignificantes.

Lo que a ellos les interesa es ganar la elección estatal. Conservar la mayoría en el Congreso y ganar la mayoría de los municipios. Sin embargo el panorama actual les está siendo ampliamente desfavorable, de ahí que insistan en enturbiar este proceso. Saben que si el Congreso campechano es de mayoría opositora, el futuro que les sobrevendría sería catastrófico.

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