Expediente

EXPEDIENTE | LA AMNESIA SELECTIVA DE TOLEDO

Quien dio “la nota” esta semana fue el que se ostenta como secretario de Gobierno, Armando Constantino Toledo Jamit, (aunque todos dicen que en realidad es mandadero del Seso Loco), por llamar “hipócritas que se están curando en salud” a los que participaron en la “Marcha por la Democracia” en Campeche y el resto del país.

—“Qué bien que hoy ellos están tratando de curarse en salud de lo que ellos hicieron durante muchos años”, rubricó el originario de Escuinapa, Sinaloa. Con sus aseveraciones arrastró por la calle a su hermanita Karla Toledo Zamora, una de las principales cabecillas de la marcha y precandidata de la coalición PRI-PAN-PRD al Senado de la República.

No sólo eso. Seguramente que Armando Constantino se mordió la lengua, pues formó parte de lo que “ellos hicieron durante muchos años”. Fue empleado de Rafael Alejandro “Alito” Moreno Cárdenas durante un buen tiempo. Incluso fungió como secretario de Desarrollo Rural durante su Gobierno y aún más, ¡¡¡fue grabado recibiendo tremendos fajos de billetes para impulsar el fraude electoral!!!

Es probable que la memoria selectiva de Toledo Jamit haya eliminado de su mente ese episodio de su vida, pero hay que recordarle que no fue el único caso, pues los campesinos lo exhibieron como defraudador por haberse apoderado ilegalmente de algunos tractores, y el productor agrícola José Carmen Medina Razo lo denunció por haberlo despojado de 280 hectáreas para ampliar sus plantíos de palma africana, entre otros temas.

Cuando Medina Razo quiso defenderse en los tribunales, el hoy amnésico Toledo Jamit movió sus influencias en los juzgados para que el tema fuera ninguneado y se le concediera a él la razón, en una conducta que lo muestra como lo que es, un sinvergüenza, hipócrita, mentiroso y abusivo.

Si a Armando Constantino ya se le olvidó, aquí se lo podemos recordar cuantas veces sea necesario, porque su expediente lo tenemos a la mano, y está disponible para todos los interesados con sólo visitar algunas de las páginas del portal de la Auditoría Superior de la Federación.

Experto en dispersar estiércol poniéndose frente al ventilador, Armando Constantino preguntó a sus entrevistadores: “¿Quién es el que hacía los fraudes electorales? ¿Quién cada sexenio hacía los fraudes? Son hipócritas. La derecha ha sido hipócrita por naturaleza”.

¡Recórcholis! ¿Desde cuándo Armando Constantino ha sido de la izquierda? ¿Acaso no fue dirigente derechista en el Consejo Coordinador Empresarial, o es que acaso ocuparon esos mismos cargos Karl Heinrich Marx, Kissel Mordecay o Carlos Marx; Vladimir Ilich Uliánov, alias Lenin, o el guerrerense Lucio Cabañas Barrientos, para no ir tan lejos?

Esa obsesión por acaparar tierras, expandir sus negocios, explotar a sus trabajadores, quitar bienes a los campesinos pobres para enriquecerse aún más, desviar fondos públicos para su provecho personal o recibir gruesos fajos de billetes para comprar votos y hacer fraude electoral, no es propio de ningún luchador de izquierda, como aparentemente se ostenta el nominalmente considerado secretario de Gobierno, porque el puesto, como dijimos, lo desempeña realmente el sobrino drogadicto incómodo.

Escupe para arriba el hoy autodefinido luchador de izquierda, porque en su propia familia hay exservidores públicos de primer nivel que se enriquecieron al amparo de los gobiernos que hoy denuesta con la mano en la cintura. ¿Entramos a la narrativa familiar, para mostrar el ADN del árbol genealógico?

Pero, ¿se puede esperar algo diferente de quien se ha embarrado del mismo cinismo, la misma corrupción, la misma hipocresía y la misma ineptitud de quienes dicen gobernar Campeche con los principios de “no robar, no mentir y no traicionar”, cuando en los hechos esa es la única filosofía que conducen sus desempeños públicos? Qué cínicos y sinvergüenzas. No tienen remedio.

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