VECINOS DE LA ERMITA EXIGEN A LAYDA SANSORES SOLUCIONES POR AFECTACIONES DEL TREN LIGERO
San Francisco de Campeche.- Habitantes del Barrio de la Ermita, en especial los de la calle 102 entre 33 y 10 y de la Privada de Arboleda, acudieron al Palacio de Gobierno para entregar un oficio dirigido a la gobernadora de Campeche, Layda Sansores, y a la secretaria de Gobierno, María Elisa Hernández Romero. En el documento expresan su “profunda preocupación y decepción” por el incumplimiento de los compromisos hechos al inicio de la obra del Tren Ligero en esa zona.
Según relatan los vecinos, desde el comienzo del proyecto se les aseguró que no habría afectaciones permanentes, pero ahora denuncian que su acceso vehicular quedará bloqueado, dejándolos incomunicados y sin posibilidad de recibir servicios básicos como suministro de gas, recolección de basura y acceso a patrullas o ambulancias en caso de emergencia.
En el oficio, los afectados señalan que el secretario de Modernización, Administración e Innovación Gubernamental, Miguel Gallardo López, y su equipo, los engañaron al afirmar que el acceso vehicular se mantendría como siempre, incluso cuando operaba el antiguo tren. Sin embargo, aseguran que ya se iniciaron trabajos para la instalación de antenas en el único acceso que tenían, lo que confirma que la promesa fue una mentira.

“No estamos en contra del Tren Ligero, al contrario, nos parece una excelente opción de transporte, pero sí estamos enojados y sorprendidos por las obras complementarias que solo nos están afectando”, sostienen en el documento.
Entre sus exigencias principales están:
- Mantener el acceso vehicular en la calle 102.
- Evitar la colocación de muros de contención frente a las viviendas de adultos mayores y personas con discapacidad.
- Presentar el proyecto real y completo de la obra, ya que afirman que desconocen los detalles tras casi seis meses de trabajos.
- Rechazar la construcción de una zona recreativa en el área que ha sido su único acceso vehicular.
- Establecer canales adecuados para reportar emergencias o problemas que puedan surgir una vez terminada la obra.
Los vecinos advierten que, de no obtener respuesta, podrían tomar otras medidas para ser escuchados. “No queremos otro ‘97’, y seguros estamos que usted tampoco”, concluyen en su carta, en referencia a conflictos sociales previos en la entidad.
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