La fe y devoción por el Cristo Negro Señor de San Román se vivió en su bajada
Se cumplen 458 años de su llegada a tierras campechanas.
La fe y devoción por el Cristo Negro Señor de San Román se vivió ayer en su santuario durante la bajada de la imagen, en la que se vio mayor participación de los fieles, dando inicio los festejos en su honor. Se cumplen 458 años de su llegada a tierras campechanas.
En medio de oraciones y alabanzas, así como vítores, decenas de feligreses vivieron otro año más de la festividad con flores en mano, persignándose, y con felicidad, agradeciendo los milagros concedidos, y otros, entre lágrimas, pidiendo por familiares enfermos. En presencia del obispo José Francisco González González, y el rector del santuario, Juan Arcos Arana, los colaboradores procedieron a bajar lenta y delicadamente la imagen de más de cuatrocientos años, para colocarlo en el presbiterio durante dos semanas para la veneración de los fieles. Durante la homilía, González González mencionó que en las letras de la fe se encuentra la base cristiana, y Dios crea las grandes virtudes que son la fe y la humildad, pero algunos prefieren creer en otras cosas que no tienen nada que ver con él.
“Cuando la fe no está alimentada, la esperanza es menos, por eso es importante conocer el caminar de Dios. Por eso hay que pedirle acrecentar la fe para que sus obras sigan siendo influyentes en nuestras vidas, y que las conozcan quienes aún no gozan de esa dicha”, sostuvo.
