EXPEDIENTE | LOS 300 MIL VOTOS DEL BIENESTAR
Durante su evento del sábado antepasado, la presidenta Claudia Sheinbaum preguntó a los aleccionados beneficiarios de los programas del Bienestar asistentes a su mitin, si al recibir sus apoyos les preguntan por quién van a votar y le respondieron que no. ¿Y les preguntan de qué partido son? volvió a interrogar, y la respuesta que se escuchó una vez más fue en sentido negativo.
Pero la realidad es otra. En los tiempos de campañas electorales, todos los brigadistas de Morena, y los de sus partidos aliados, lo mismo que los llamados “siervos de la nación”, recurren a ese padrón de 317 mil 365 beneficiarios de los programas federales, para “recordarles” que esos apoyos se deben a que es Morena el que gobierna, y que si quieren seguir contando con ese dinero, deberán votar por los candidatos de ese partido o de su coalición.
Esto no es un invento nuestro, sino una realidad plenamente documentada en las campañas electorales, en donde se pudo mostrar a los brigadistas de Morena que estaban en el malecón insultando a los que se negaban a recibir sus volantes y reprochándoles que por qué no devuelven también sus becas, ya que rechazan a los morenistas.
En este contexto, es claro que la presidenta Sheinbaum, la gobernadora Sansores y los dirigentes y operadores de Morena están convencidos de que la base de sus “votos cautivos” para los comicios próximos, es la misma que conforma el padrón de beneficiarios de los programas federales, pues con esa cantidad, podrán inclinar la balanza a su favor.
La presidenta Sheinbaum desglosó el sábado antepasado la cifra de beneficiarios y los montos que se dispersan: 79 mil 451 adultos mayores; 16 mil personas con discapacidad; 11 mil 201 Jóvenes Construyendo el Futuro; 6 mil 676 Jóvenes Escribiendo el Futuro; 32 mil 702 de la Becas Benito Juárez; 38 mil 343 estudiantes de educación básica; 27 mil 650 de Producción para el Bienestar, 28 mil 757 con Fertilizantes Gratuitos; 18 mil 541 de Sembrando Vida; 8 mil 220 de Bienpesca y 49 mil 824 de Leche para el Bienestar.
En total, son 317 mil 365 campechanos que se benefician de los programas sociales, y que reciben cada año una dispersión de nueve mil 200 millones de pesos; Al dividir el monto dispersando entre los beneficiarios tenemos que cada uno recibe en promedio casi 29 mil pesos al año, que divididos entre 12 meses arrojan como resultado que a cambio de 2 mil 415 pesos, cada beneficiario endosa su futuro a Morena.
Si a la cifra total de becarios de los programas federales, les restamos los 38 mil 343 estudiantes de educación básica que no podrán votar, aún quedan 279 mil 022 campechanos (más los que se incorporarán en 2026 y 2027), los cuales van a ser presionados para “agradecer” con su voto el favor que reciben. Y que no diga la presidenta que no, porque esa es una práctica común en todos los estados donde hay elecciones, incluso hasta en las de comisarios ejidales.
Hay que destacar que la propia Presidenta de la República, reveló que este año repartirá 850 mil millones de pesos en los programas sociales del Bienestar y que el año próximo sumarán un billón de pesos. Para 2027 la cifra será mucho mayor seguramente, pues será año electoral y la prioridad de Morena será mantener la mayoría absoluta en la Cámara de Diputados y retener las gubernaturas actualmente en su poder, de las 17 que estarán en disputa.
No les importa que con este tipo de subsidios a la pobreza, el panorama financiero del país cada vez sea más oscuro, con un déficit creciente y la incertidumbre económica en el horizonte. El objetivo es aprovechar a esa población en condiciones de pobreza, carencias y miseria, para engrosar el ejército de votantes y mantener en el poder al actual régimen, como hace 50 años.
Lo lamentable es que en el fondo no se atacan las causas de la pobreza. Solo se maquilla el escenario. Está más que claro que las “becas del bienestar”, que reciben desde los ancianos hasta los niños de preescolar (a partir de 2026), buscarán transformarlas en “votos del bienestar” en los comicios de 2027; que con los más de 300 mil sufragios cautivos que ya presumen, arrancarán con ventaja sus campañas y tratarán de arrebatar simpatizantes a la oposición mediante sobornos, cooptaciones, chantajes y campañas negras en contra de los candidatos y sus familias.
La prioridad en Campeche es no perder ni la gubernatura ni la mayoría en el Congreso del Estado, de suerte que aparte de los votos amarrados que ya presumen, tratarán de comprar el respaldo de otros grupos que no son beneficiarios de programas sociales, y que simpatizan con alguna causa opositora o son abiertamente antisansoristas como consecuencia del pésimo Gobierno que estamos teniendo.
Esta confianza que tienen en el voto cautivo le da seguridad a la gobernadora Sansores para seguir haciendo de las suyas en estos casi dos años que le faltan a su Administración. Por eso Marcela Muñoz está muy confiada. Sabe que influirá con sus intrigas para que Pablo no sea el elegido, sino que se prolongue la estirpe con Liz Hernández como marioneta de la familia feliz. Con la actual secretaria de Gobierno como candidata, la guanajuatense confía que seguirá gozando de impunidad y del presupuesto.