EXPEDIENTE | DESVÍOS MILLONARIOS DE ANTONIO JIMÉNEZ
El diputado José Antonio Jiménez Gutiérrez, presidente de la Comisión de Administración del Congreso del Estado, es un claro ejemplo de la transformación —deformación— de cuarta, que está produciendo este régimen. De ser un activista mochilero, de pantalón de mezclilla, camisa de manta, arete en la oreja y huaraches en los pies, se ha convertido en un ostentoso político morenista.
Es, en suma, un ejemplo claro de los políticos corruptos que están produciendo los gobiernos de Morena, reproduciendo a una escala escandalosamente mayor los malos manejos, los desvíos de recursos, el tráfico de influencia, los negocios con factureras y el nepotismo que cometían sus antecesores. Lo que nos vuelve a generar la misma interrogante: ¿entonces en dónde carajo está el cambio?
De acuerdo con información oficial obtenida de la propia LXV Legislatura, parte de la cual se ha difundido en redes sociales, tenemos que además de los 13 familiares y amistades íntimas que ha incrustado en la nómina del Congreso —por los que se erogan más de siete millones de pesos al año—, se ha comprobado que para los matraqueros y “periodistas” que están a su servicio destina al mes poco más de un millón 350 mil pesos, es decir, más de 16 millones de pesos al año.
A través de empresas factureras, que hacen todo tipo de trabajos —o excusas para cobrar— gasta 746 mil pesos al mes, que en un año totalizan alrededor de 8 millones 952 mil pesos. En total, los gustitos de Toño Jiménez, sus amistades y parientes, y las triangulaciones de recursos a través de factureras, representan según el primer conteo, una erogación anual de entre 27 y 30 millones de pesos. Un derroche que no se justifica dados los miserables resultados que ha dado esta Legislatura.
Entre las acciones pagadas a sobreprecio destacan la impermeabilización del techo del Palacio Legislativo en que se erogaron 422 mil 919 pesos, de acuerdo al pago efectuado a “Iván Fuentes”, pues ¿qué material usaron? Pese a que el Congreso adquirió equipo para la transmisión de las sesiones a un costo millonario, le sigue pagando a Guadalupe del Carmen Concha Hernández 166 mil 387 pesos mensuales por la transmisión en vivo de las sesiones. Por servicios de audio pagó 28 mil 188 pesos mensuales a Diego Bencomo Santander. El trabajo lo hacen, sin embargo, los empleados en su nómina. Entonces, ¿hay un doble pago por un mismo servicio?
El monitoreo de medios que realiza el personal de comunicación social del Congreso también es facturado a la “empresa” Producciones Ah Kim Pech SA de CV, que recibe 165 mil 300 pesos mensuales “por monitoreo de información relacionada al poder legislativo”. ¿Por qué el doble pago?
La “empresa” Especialistas en Control y Productividad” recibe 110 mil 200 pesos por “actualizar el manual contable”, pero ese trabajo lo hace el área administrativa del Congreso. “Hoka Evaluadores y Auditores” cobra 104 mil 400 pesos al mes por “servicio de pago de impuestos sobre nómina”, más 174 mil por “revisión de Estados financieros” y otros 69 mil 900 pesos por “auditoría de pagos IMSS e Infonavit”. ¿Por qué pagar a un despacho foráneo por un trabajo que hace el personal del área contable del Poder Legislativo? La razón es simple: para desviar recursos.
La Secretaria General del Congreso eroga tres millones 200 mil pesos por servicios de asesoría, y una de las empresas beneficiadas es la constructora de edificios residenciales “Grupo empresarial Exalux” a la que pagan cada mes 266 mil 800 pesos. ¿Le dan asesoría en construcción? La asesoría jurídica la factura “Impulsadora de Negocios y Procesos ERS S.C.” por 226 mil 200 pesos al mes.
También existen facturas mensuales por 125 mil 077 pesos por concepto de Servicios Profesionales de Diseño Gráfico Institucional al Congreso del Estado a nombre de Rubén Sosa Arana según comprobante del 2 Junio del 2025. No se sabe exactamente qué diseñan y para qué.
El Congreso itinerante y el humano nos costó a los campechanos más de 746 mil 919 pesos. ¿Qué resultados se obtuvo? Ninguno. Fue una promoción de la imagen y figura del “pastor” morenista. O sea, dinero tirado a la basura.
Claro, hay medios que no ven estos desvíos y se desviven por entrevistar a Toñito Jiménez cada vez que pueden. Pero no lo hacen gratis, sus servicios tienen un precio, por eso es que a la Operadora de Medios de Yucatán, (Campeche en Línea) le pagan cada mes 174 mil pesos por difusión. A Rubén Eduardo Novelo Vázquez le dieron un convenio anual por 635 mil 100 pesos, a Gabriela Cervera Acuña le aprobaron 668 mil 500 pesos al año, Guillermo Officer Canche recibe por convenio de publicidad y difusión de actividades legislativas 214 mil 008 pesos y a Tomas Zapata Bosh le dan 40 mil 608 pesos mensuales, entre otros corruptos privilegiados del sistema.
Se insiste: es dinero tirado a la basura, arrojan monedas a cambio de lisonjas y de ataques encarnizados a las bancadas opositoras y a los medios de información independientes. En el fondo, es más de lo mismo. La misma corrupción, solo que más burda, tosca y descarada.

