CIRCULA EN REDES: EXHIBEN QUE BANDA “INVISIBLE” ROBA PLACAS DE AUTOS, CLONA FACTURAS Y MANIPULA EL REPUVE
El caso de Gabriel “N”, quien de aportador de datos pasó a imputado, puso el descubierto una “invisible” banda que roba las placas de un vehículo legal, clona la factura, altera el estatus del Repuve para que el coche aparezca como robado, monta las placas robadas en un vehículo similar, lo vende a un tercero, luego lo roba y devuelve las placas al coche original, y el problema recae sobre el dueño legítimo.
A continuación, el relato de lo que ha vivido Gabriel “N”, que sigue detenido:
“A las 10 de la mañana, en plena avenida Lázaro Cárdenas, un automóvil blanco sin logotipos ni placas visibles le cerró el paso a un Volkswagen Vento con placas DGX-002-B. El conductor del vehículo blanco, con vidrios polarizados, se acercó con firmeza y le soltó la frase que cambiaría el rumbo de la mañana: ‘Tu coche tiene reporte de robo’”.
Gabriel “N”, al volante del Vento, no entendía nada. Aseguró que todo era un malentendido, pues tenía la documentación completa del vehículo. Pero antes de que pudiera mostrarla, llegaron patrullas y motocicletas. Los agentes, con tono persuasivo, le pidieron que los acompañara al Ministerio Público “sólo para aclarar” el asunto. Le dijeron que iría como aportador de datos. Gabriel accedió.
Al llegar al Ministerio Público, la historia cambió. Fue puesto a disposición de la Policía Ministerial, pero ya no como testigo, sino como imputado. El delito: Operaciones con recursos de procedencia ilícita. Se abrió la carpeta de investigación CI-2-2025-1003. Eran las 10 de la mañana.
Sin embargo, continúa la publicación, no fue sino hasta las 4 de la tarde —seis horas después— cuando le tomaron su declaración. Durante ese lapso, Gabriel permaneció privado de su libertad en los separos de la Fiscalía General del Estado de Campeche (FGECAM), sin que se le informara formalmente su situación jurídica ni se le permitiera acceso inmediato a su defensa.
Al fin, le permitieron hacer una llamada. “Estoy detenido”, le dijo a su familia.
Sus familiares acudieron con un abogado y entregaron todos los documentos: factura original, tarjeta de circulación, credencial de elector. El coche había sido comprado en marzo a su amigo Fernando, único dueño desde que lo adquirió de agencia en 2015. Todo parecía en regla, sin embargo, la Fiscalía tenía otra versión.
DOS FACTURAS, UN MISMO VENTO
El reporte agrega: “Un día antes, el 2 de julio, un joven había denunciado el robo del mismo vehículo. Presentó una factura idéntica: mismo papel, sellos, hologramas… pero a nombre de Lourdes del Rosario Ávila Pérez como primera propietaria. La factura estaba endosada a Fernando y luego al joven denunciante, quien aseguró haberlo comprado en mayo y que días después se lo robaron de su vivienda. Dos facturas. Dos historias. Un solo coche”.
La familia de Gabriel pidió a Fernando que se presentara a declarar. Él llevó pruebas: fotos del día que adquirió el auto en la agencia, comprobantes de pagos mensuales, pólizas de seguro. Todo apuntaba a que el Vento de Gabriel era el original.
Pero Gabriel seguía detenido.
EL ESLABÓN PERDIDO: LAS PLACAS
Un detalle revelador surgió: en mayo, uno de los hijos de Gabriel recordó que las placas del Vento fueron robadas mientras el coche estaba estacionado frente a su casa. No lo denunciaron por falta de tiempo.
Tres días después, alguien las devolvió tras ver una publicación en Facebook. Un gesto que parecía fortuito, pero que ahora encaja en un patrón más oscuro, resalta.
EL MODUS OPERANDI DE UNA BANDA “INVISIBLE”
Fuentes de la FGECAM, destaca, reconocen que no es un caso aislado. En las últimas semanas, al menos una decena de vehículos ha sido utilizada para cometer fraudes con el mismo patrón:
Roban las placas de un vehículo legal, clonan la factura con datos idénticos, alteran el estatus del Repuve para que el coche aparezca como robado, montan las placas robadas en un vehículo similar, lo venden a un tercero, luego lo roban y devuelven las placas al coche original, y el problema recae sobre el dueño legítimo.
Una estafa quirúrgica. Una banda que no improvisa.
LAS PREGUNTAS QUE NADIE RESPONDE
¿Cómo obtienen los datos exactos del vehículo? ¿Quién les proporciona papel, sellos y hologramas idénticos? ¿Quién tiene acceso al sistema Repuve para alterar su estatus? ¿Qué instituciones están fallando —o colaborando— para que esto ocurra?
Mientras tanto, Gabriel “N” sigue en los separos. Su familia, con documentos en mano, espera que la verdad pese más que la simulación. Y en Campeche, los autos siguen circulando con placas que podrían no ser suyas, con facturas que podrían ser espejismos.
Porque en esta historia, el verdadero robo no es sólo el del vehículo… sino el del derecho a la presunción de inocencia.
Vía: La Neta.


