Opinión

SIGUEN DETENIENDO A FUNCIONARIOS DE “ALITO”, PERO LA EXSECRETARIA DE FINANZAS AMÉRICA AZAR SIGUE INTOCABLE

La justicia en Campeche parece tener dirección y apellido. Mientras continúan las detenciones de exfuncionarios que formaron parte del gobierno de Alejandro Moreno Cárdenas “Alito” por el presunto desvío de millones de pesos, como el reciente caso de Samuel “N” y Karla “N” —ligados a la Secretaría de Seguridad Pública—, llama la atención el silencio y la inacción total en torno a América del Carmen Azar Pérez, exsecretaria de Finanzas del mismo gabinete. Ella fue la responsable directa de manejar, autorizar y supervisar el destino del dinero público durante todo el sexenio de “Alito”, pero hasta ahora no enfrenta ninguna investigación.

La Secretaría de Finanzas no es una dependencia menor. Su titular tiene como funciones centrales programar, presupuestar, ejercer, supervisar y evaluar el gasto público. De acuerdo con la Ley de Disciplina Financiera de las Entidades Federativas y los Municipios, y con lo establecido en la Ley General de Responsabilidades Administrativas, el o la titular de Finanzas debe garantizar el uso legal, eficiente y transparente de los recursos públicos, y está obligada a detectar, reportar y evitar irregularidades. Es decir, América Azar no solo tenía conocimiento pleno del destino del dinero durante el gobierno de Moreno Cárdenas, sino que también tenía la responsabilidad de impedir cualquier desvío, desfalco o anomalía.

¿Cómo es posible, entonces, que se estén procesando a quienes ejecutaron el gasto, pero no a quien lo autorizó y debió supervisar? La sospecha de protección política se vuelve más fuerte al recordar que América Azar está casada con Gerardo Seso Loco” Sánchez Sansores, sobrino de la actual gobernadora Layda Sansores San Román. Un vínculo que la mantiene, hasta hoy, completamente fuera del radar de la Fiscalía, a pesar de que la red de desvíos señalada incluye áreas donde ella tuvo firma, control presupuestal y responsabilidad directa.

Mientras otros caen por montos millonarios, la exjefa de Finanzas de la administración de “Alito”, quien controló miles de millones en asignaciones, licitaciones, convenios y transferencias, permanece intocable. La omisión es alarmante. Si se pretende combatir la corrupción con seriedad, no se puede permitir que el parentesco político sea escudo para quien debió estar, como mínimo, bajo investigación. Lo contrario, solo confirma lo que muchos ya sospechan: en Campeche no hay justicia, hay conveniencia.

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