TRES AÑOS Y SIETE MESES: VÍCTOR AMÉNDOLA
Hoy llegamos al 16 de abril… y esta Administración arriba al 60% de su periodo de ejercicio que serían en su integridad 6 años, que significan 72 meses.
Es decir, estos ya más de 3 años, que son en su conjunto 43 meses, representan ya mucho más de la mitad de Layda Sansores “gobernando”.
En este lapso, la señora ha manejado más de 75 mil millones de pesos. De septiembre de 2021 hasta abril de 2025.
Más o menos, en este mismo lapso, el Gobierno Federal ha dispersado en la región más de 544 mil millones de pesos en las 5 entidades federativas donde pasa el Tren Maya, Campeche entre ellas.
Con el detalle, que de las 20 estaciones disponibles en los 5 Estados, en el nuestro hay 7 de ellas; es decir, somos la entidad federativa que cuenta con el mayor número de estaciones de pasajeros: una 3era parte de las 20, por lo tanto, la dispersión de los recursos federales fue mucho mayor aquí que en Yucatán, que en Tabasco, que en Chiapas y que en Quintana Roo.
Nunca antes en la vida, ni en la etapa precolombina, ni en la Conquista, ni en la independencia, ni en la Reforma ni en la Revolución, ni en el México Democrático, había llegado tanto dinero a esta humilde tierra de pescadores y de caciques.
¿A quién lo tocó esta suerte?
A una integrante de uno de los cacicazgos más voraces, más ladrones, más depredadores, más degradadores y más depravadores que haya existido nunca antes en la historia de Campeche: a Layda y al sansorismo.
Por eso cuando me dicen: “Respeta a la señora, es una mujer y una octogenaria”, yo les respondo lo siguiente:
Todo eso como preámbulo.
Todo esto como conclusión.
Al poder se le cuestiona, se le critica y se le confronta con las armas de los argumentos, de los datos duros y de la información histórica.
Layda no es Layda.
Es el poder que emana y tiene detrás de sí… sus guaruras, sus camionetas blindadas, su fortuna cuyo origen es el pillaje de las arcas públicas; su modo de vida al amparo del poder y del presupuesto público.
La señora fue candidata en 1988, 1991, 1994, 1997, 2003, 2006, 2009, 2012, 2018 y 2021.
De las últimas 13 elecciones, la señora Sansores ha estado 10 veces en la boleta. Su vida ha sido disponer del presupuesto público y de prerrogativas estatales que son también dinero público.
¿Suficiente eso? No. Ha estado en el Poder en la etapa que, como señalamos líneas arriba, más dinero en la historia de Campeche ha llegado a estas tierras.
¿Y qué tenemos a cambio?
¿Más escuelas?
¿Más universidades?
¿Más carreteras?
¿Más caminos rurales para sacar cosechas?
¿Más producción de miel?
¿Alguna fábrica nueva?
¿Alguna nueva inversión que sobresalga en la región?
¿Alguna nueva cadena hotelera?
¿Alguna nueva franquicia restaurantera?
¿Mayor incremento de la producción pesquera?
¿Mayores beneficios de Pemex?
NADA.
Absolutamente nada, maldita sea la cosa.
Hasta el Ko’ox ha sido, hasta el día de hoy, un soberano y rotundo fracaso.
El sansorismo representa hasta hoy la transa, el robo, el desfalco de ella, de los hermanas, de los sobrinos, de los demás parientes…
¿Que es mujer? Sí.
¿Qué es una octogenaria? Sí.
¿Y sólo por eso, merece que nos callemos o que actuemos de forma sumisa?
A mi entender no.
Jamás la hemos visto en recorridos comunitarios.
Jamás la hemos visto en el sol atendiendo los problemas en las regiones del Estado.
Sólo en la comodidad de su despacho y en oficinas.
Atender a la gente en la fuente de los problemas es algo que no existe.
No quiere y no puede.
Su edad y su condición física no se lo permite.
¿Saben algo más?
Por las líneas de su discurso en el que niega la realidad, se burla de los problemas y minimiza la crisis de seguridad, creo que también su status mental está más que deteriorado.
Quedarse callado es ser cómplice del mayor atraco en la historia de Campeche.
El sansorismo es un virus que los campechanos debemos exterminar y expulsar lo más pronto posible de los espacios públicos.
Merecemos un destino mejor.
V. Améndola.


