PUEBLOS MAYAS DECLARAN EMERGENCIA SOCIOAMBIENTAL EN LA PENÍNSULA DE YUCATÁN
Ante la crítica situación ambiental que enfrentan sus territorios, representantes de los pueblos mayas de los estados de Yucatán, Campeche y Quintana Roo declararon la Península de Yucatán como zona de emergencia socioambiental. A través de un documento presentado a la Presidenta de la República y diversas autoridades, las organizaciones Utzil Kuxtal y Kasbnalo’on exigieron acciones inmediatas para detener la devastación del territorio y sus ecosistemas.
IMPACTOS DE LOS MEGAPROYECTOS EN LA REGIÓN
Las comunidades mayas señalaron que los principales problemas incluyen la deforestación, la contaminación del agua, la muerte masiva de abejas y la pérdida de la certificación orgánica de la miel debido a la proximidad de granjas industriales. También denunciaron la expansión de la agricultura industrial, el uso de agrotóxicos peligrosos como el glifosato y la siembra de cultivos transgénicos que afectan la biodiversidad y la salud del suelo.
DESPOJO DE TERRITORIO Y CULTURA
Otro foco de preocupación es la instalación masiva de fábricas de cerdos y aves, muchas sin regulaciones ambientales, que han provocado la contaminación de recursos hídricos y la destrucción de bosques. A esto se suma la expansión descontrolada de concesiones mineras y desarrollos inmobiliarios que están desplazando a las comunidades indígenas y destruyendo el entorno natural.
El Tren Maya y otros megaproyectos también fueron señalados como causantes de deforestación masiva y del daño a los cenotes, así como de la apropiación indebida de tierras ejidales. Estos proyectos, afirman los representantes mayas, están afectando gravemente la cultura, la economía y la salud de sus comunidades.
EXIGENCIAS DE LAS COMUNIDADES MAYAS
Los pueblos mayas exigen que el gobierno implemente políticas efectivas para detener esta crisis socioambiental, responsabilizando a las autoridades por la falta de atención a las denuncias presentadas. Piden que se respeten sus derechos y se protejan sus territorios para preservar su cultura y su forma de vida ante un modelo de desarrollo que consideran insostenible y destructivo.