DESHONESTIDAD A TODA PRUEBA
¿De qué viviría ese pobre paria de la vida, sino de lo que saqueó su abuelo cuando fue gobernante y de los chanchullos que ha hecho con todos los gobiernos en que ha trabajado?
Doña Chela llegó retadora a la reunión vespertina con sus amigos del Parque Principal. Había leído en la prensa que el Tarado sin Cerebro, sobrino de la gobernanta, publicó en sus redes sociales que él jamás había recibido dinero mal habido, que no ha traficado con influencias, y que es un tipo honesto a carta cabal.
–“Elogio en boca propia es vituperio, respondió de inmediato el bolero don Memín. Para empezar ¿de qué viviría ese pobre paria de la vida, sino de lo que saqueó su abuelo cuando fue gobernante y de los chanchullos que ha hecho con todos los gobiernos en que ha trabajado? ¿Dinero mal habido? Él no sabe si no hay formas honestas de ganarse la vida” expresó.
–“Además, intervino el poeta Casimiro, fue vox pópuli que cuando su tía era alcaldesa de la Álvaro Obregón, el sujeto en cuestión pedía moches a los empresarios inmobiliarios para que les dieran permisos de construcción. Hay audios con su voz, que ni él ni nadie podrán desmentir, y también está la denuncia de los propios empresarios chantajeados” recordó.
–“No vayan muy lejos, intervino don Julián, hay una factura por más de tres millones 200 mil pesos que pagó el Gobierno de su Tía a nombre de una empresa de la Chacha Walas –a quien otros conocen como Huarachín–, de la que es socio o prestanombre del propio Tarado sin Cerebro. Hay pruebas documentales de todo eso, que se llama tráfico de influencias, así que ¿cómo puede presumir de honestidad un tipo como ese pobre pelafustán?” cuestionó.
–“Me han dejado sin palabras, apuntó doña Chela, mi reto era apostar quién de ustedes creía en la supuesta honestidad de ese personaje gris y frustrado. Pero por lo que veo, todos tienen constancia de su deshonestidad a toda prueba y no hay más que decir” acotó.
–“Claro que hay mucho qué decir, corrigió don Memín. No te olvides que todo este relajo se armó porque un grupo de personas acudió a la Fiscalía Anticorrupción a denunciar al Tarado sin Cerebro, porque uno de sus achichincles les pidió dinero para tramitar el otorgamiento de placas de taxis. Les pidieron de entre 70 mil hasta 300 mil pesos a cada uno y al final se quedaron sin nada. ¿Ustedes creen que el Tarado tuvo algo qué ver en ese menjurje?” interrogó el rechoncho aseador de calzado.
–“!Claro que sí, porque es un redomado pillo y corrupto!” respondieron todos a coro.

