Opinión

PABLITO, DESENFRENADITO

Pareciera que Pablito tiene como propósito enterrar su carrera política, ganándose el repudio de vastos sectores de la sociedad. Es como si de repente hubiera abandonado la idea de ser gobernador…

La detención del activista ambiental Dennis Pérez Reyes y del periodista Luis Castro, administrador de la página digital In-Clausurable, el pasado viernes a manos de elementos de la Policía Municipal del Carmen, es uno más de los abusos y excesos en que está dedicado a incurrir el presidente municipal carmelita, Pablo Gutiérrez Lazarus.

Además de esa gravísima violación a los derechos constitucionales y humanos de ambos ciudadanos, el edil Gutiérrez Lazarus ha cometido un sinfín de despojos, clausuras ilegales de establecimientos comerciales y restaurantes, desalojos de terrenos de presunta propiedad federal, y violación flagrante a la Ley Estatal del Transporte con su sociedad transportista Amor por Carmen, que abarca desde pochimóviles hasta taxis y autobuses.

Pareciera que Pablito tiene como propósito enterrar su carrera política, ganándose el repudio de vastos sectores de la sociedad. Es como si de repente hubiera abandonado la idea de ser el candidato de Morena –o del PT, o del PAN o de quien se lo ofrezca—a la gubernatura, y se hubiera propuesto ganarse el mote del político más repudiado de Campeche.

Vaya, una cosa –sus abusos, sus excesos, sus constantes violaciones a la ley—no compaginan con su aspiración de convertirse en gobernador de Campeche. Y sus actos obsequiosos de precampaña, en que lleva regalos y dádivas a las comunidades del Camino Real, no borran en absoluto sus acciones de gobernante autoritario.

Es probable que, en su afán de congraciarse con la gobernadora Layda Sansores, Pablito esté imitando los abusos de la hija del Negro Sansores, como para decirle al oído que cuando ella se vaya, su estilo de gobernar seguirá tal cual. Lo que no sabe quizá, es que ese estilo Sansorista es ampliamente repudiado por el pueblo.

La otra posibilidad es que Pablito ya se haya resignado a no obtener la postulación a la gubernatura, y por eso, para dar al traste con su imagen y con la imagen de su actual partido, se haya dedicado a causar destrozos por todas partes. Tal vez así, propicie que no gane la candidata de la gobernadora.

Lo cierto es que Pablo está acumulando muchos pendientes con la justicia. No solo por los millonarios desvíos que se le atribuyen en las cuentas públicas –tan solo al IMSS le debe 350 millones de pesos—sino por esas afectaciones a los ciudadanos, empresarios, trabajadores, empleados del Ayuntamiento, colonos de las zonas irregulares, etcétera.

Por ejemplo, es claro que los dos detenidos del pasado viernes, Luis Castro y Dennis Pérez, van a recurrir a la justicia, y le van a dar armas a los enemigos del alcaldito para que procedan en su contra y le frustren cualquier otra aspiración política que le hayan prometido, por ejemplo, la diputación federal, para que con fuero, pueda evadir los expedientes penales en su contra. En otras palabras, Pablito se está poniendo la soga al cuello el solito…

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