EXPEDIENTE | LAYDA: ¿Y LOS PROBLEMAS DEL ESTADO?
Decepcionante resultó para muchos el primer programa cómico-patético-musical del “Martes del Jaguar” de este año, pues una vez más la farsante y mediocre gobernadora Layda Sansores San Román evadió referirse a los temas que realmente le importan a los campechanos, tales como el preocupante aumento de las ejecuciones, el nulo crecimiento económico, la cancelación de vuelos de la empresa Mexicana de Aviación y la falta de pago de siete quincenas de sueldos y prestaciones a los jubilados de la Universidad Autónoma del Carmen, por ejemplo.
Vale hacer la aclaración que no le estamos dando en este espacio una importancia trascendental al mamotreto del programa de los martes que encabeza la inepta Sansores San Román. Lamentamos, eso sí, que sea el único espacio en el que se refiere de manera general a los temas públicos de la entidad, ya que no acostumbra ofrecer conferencias de prensa para responder a las preguntas de los periodistas independientes, y no ha sido lo suyo rendir informes periódicos para saber cómo anda la cosa pública en la entidad.
Porque se evidencia su ineptitud y su probable complicidad en esos hechos, a la gobernadora Sansores no le gusta hablar del aumento de la violencia en la entidad, pero una publicación del portal Cambio 22 documenta por ejemplo que “la incidencia de asesinatos al estilo sicarial aumentó 107 por ciento en 2024 en comparación al 2023, de acuerdo a los registros públicos de las personas que fueron ejecutadas mes por mes el año que recién concluyó”.
Agrega la publicación: “Mientras que el Gobierno de Layda Elena Sansores San Román ha minimizado la presencia del crimen organizado, alegando que Campeche no se encuentra en la misma situación que Tabasco y otras entidades federativas, la delincuencia continúa avanzando en la geografía estatal campechana”.
Y precisa: “Son más de 170 ejecutados desde el 2022, pero muy pocos los casos esclarecidos por las autoridades ministeriales. A esto se suma el hecho de que recobran con facilidad su libertad las personas que son detenidas con drogas en cateos realizados por la Fiscalía General del Estado de Campeche (Fgecam)”.
Finalmente ilustra: “De acuerdo a los registros públicos de las ejecuciones, la espiral de violencia aumentó en el último año del Gobierno ‘Laydista’, al registrarse 61 ejecuciones en 2024, aunque aún quedaron por confirmarse tres casos, mientras que en 2023 fueron asesinadas al estilo sicarial 57 personas”.
Es cierto, aún faltan por publicarse las cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública para hacer los comparativos oficiales, pero los registros publicados permiten anticipar que la cifra de ejecuciones va en aumento, ante la política valemadrista implementada por la nefasta Sansores San Román y su querida Marcela Muñoz.
Tampoco habló la farsante gobernadora de las 153 familias de jubilados de la Unacar que por segundo año consecutivo no tuvieron aguinaldos, y que desde hace siete quincenas no cobran sus salarios. Ella viajó al extranjero a disfrutar de sus fiestas decembrinas, y le vale un comino el destino de esas personas que siguen padeciendo penurias económicas por la irresponsabilidad de su Gobierno.
Tampoco dijo nada de la cancelación de vuelos de Mexicana de Aviación, pues, como bien sabemos, la anciana mandataria renta jets privados para movilizarse por el país y el extranjero. Así que si ya no hay vuelos a la capital del país, que se jodan los que no pueden pagar vuelos privados.
¿Mencionó algo del desplome del techo de la iglesia parroquial de San Luis Obispo de Calkiní, considerado un monumento histórico? Tampoco. Es un tema que no le interesa porque no le puede dar un uso político-electorero, y no puede culpar de ese colapso ni a Alito Moreno ni a Eliseo Fernández. Su cuñadita es cien por ciento responsable. ¿O va a negarlo?
También ignoró el desbarajuste que se ha hecho con las calles de la capital del Estado, donde su Gobierno se dedicó a raspar el pavimento abriéndole grietas que han provocado infinidad de accidentes, principalmente de motociclistas. No dijo cuándo van a empezar a pavimentarlas y tampoco se sabe si hay asfalto y dinero para concluir esas obras iniciadas de manera desorganizada e irresponsable, y arrojadas después al abandono.
El desplome de la economía estatal no le mereció el menor comentario. No nos ha dicho si como fruto de sus frecuentes viajes al extranjero ya contactó a alguna empresa que quiera venir a invertir a territorio campechano, si ya obtuvo recursos adicionales para obras de infraestructura en la entidad, o si ya logró que Pemex salde la totalidad de las deudas con sus proveedores. Tampoco se sabe nada de la llegada de Cementos Cruz Azul.
Por eso decimos que el Gobierno de la farsante Layda Sansores inicia con el pie izquierdo este 2025. Sin expectativas de crecimiento, sin muestras de que vaya a enderezar el rumbo (por el contrario sigue su acoso y persecución contra periodistas) y sin la menor autocrítica que haga creer que está reconociendo que ha cometido errores y que comenzará a corregirlos.
En este contexto, sólo hay que confirmar que no se avizoran buenos horizontes para los campechanos, y por el contrario, los negros nubarrones anticipan que tendremos otro año perdido. Qué desgracia.