Expediente

EXPEDIENTE | BLINDAN A MARCELA DIPUTADOS MORENISTAS

En la sesión legislativa del pasado martes 27 de mayo, la bancada morenista dio uno de sus espectáculos más grotescos de abyección, sumisión y obediencia ciega a los dictados de la nefasta y perversa gobernadora, al defender a capa y espada, y con argumentos ridículos, a la secretaria de Protección y Seguridad Ciudadana, Marcela Muñoz Martínez.

La totalidad de los diputados de Morena —más de 14 intervenciones para defenderla de los cuestionamientos de las bancadas de MOCI y el PRI— confirmaron que su compromiso no es con los ciudadanos, que no defienden al pueblo, y que no les interesa lo que le ocurra a la sociedad campechana. Su único interés es obedecer la orden de la perversa mandataria, para defender a la guanajuatense Muñoz Martínez.

La principal exigencia de la bancada opositora era la comparecencia de la secretaria de Protección y Seguridad Ciudadana, para que informe sobre las acciones que ha implementado para el combate a la delincuencia en Campeche, pero los diputados de Morena respondieron que quien debe comparecer es la alcaldesa de Campeche, Biby Rabelo de la Torre, para que informe “porqué no ha creado a la Policía Municipal para que coadyuve con el combate a la delincuencia”.

Nótese la “profundidad” de la argumentación de los diputados de Morena. No sólo admiten la incapacidad, ineficiencia, negligencia e ineptitud de Muñoz Martínez para hacer frente al problema, sino que confiesan que requieren que el Municipio de Campeche cuente con su propia policía, para encontrar mejores resultados en este tema. Y si eso fuera así, ¿por qué no se han interesado en legislar al respecto?

Y qué curioso: esos mismos diputados llorones, que exigen “no politizar” el tema de la seguridad, son los mismos que argumentan, en defensa de la inepta Marcela Muñoz, que la culpable de que se haya incrementado la delincuencia es la alcaldesa Rabelo, “porque hay muchas calles sin alumbrado público”. Zámpate ese pibinal, mientras se cocina el otro.

Vale la pena insistir en el tema: los diputados oficialistas, y en especial su coordinador parlamentario, Toñito Jiménez Gutiérrez, han perdido la vergüenza, el decoro, la honestidad y el respeto propio y cada día se esmeran en demostrarnos que lo suyo es ser rastreros, serviles, lacayos y sirvientes del Poder Ejecutivo. Ellos tienen la orden de que “A Marcela no se le toca”, y por eso arremeten contra quien sea que se atreva a exigir que comparezca o que le demuestre su ineptitud, negligencia y corrupción.

Deben saber los diputados de MOCI y el PRI que cuando la gobernadora Layda Sansores y sus sirvientes de Morena se percaten de que no pueden detener sus señalamientos críticos contra la inepta guanajuatense, entonces recurrirán a las instancias judiciales para procesarlos por los delitos de “incitación al odio y a la violencia” en su contra, para ver si así logran censurarlos al menos en ese tema.

Que no se olviden nuestros diputados de oposición que ya no gozan de fuero legislativo y que por tanto también están expuestos a la obsesión represora de la gobernadora Sansores, y de su terquedad en acallar todos los señalamientos críticos en su contra, y de su amada Marcela, mediante las figuras jurídicas ya señaladas.

Lo lamentable es corroborar, una vez más, que los diputados de Morena, y sus aliados del Partido Verde y del PT, no están en el Congreso como verdaderos representantes del pueblo, sino que su función es exclusivamente fungir como parapetos de los ataques contra la gobernadora, y contra quienes ella les indique. Para los morenistas el apotegma de “Vox populi, vox Dei”, ha sido reformada por aquella de que “la voz de Layda es la única voz que existe”.

Son una verdadera vergüenza estos diputados de Morena. Ni la bancada del PRI, en sus años de gloria, cuando controlaban la mayoría en el Congreso del Estado, se atrevió a tanto, y si bien es cierto que también cumplían con su función de defender a los gobernantes de la época y a sus principales secretarios, no por eso abortaban los llamados a comparecer pare rendir cuentas ante las exigencias ciudadanas.

Lastimosamente, los diputados de Morena se han convertido en cómplices del incremento de la incidencia delictiva en la entidad. Son corresponsables de cada ejecución que se cometa, de cada robo, extorsión o violación que ocurra, ya que han renunciado a su función de exigirle a los servidores públicos que cumplan con sus obligaciones, y se convirtieron en los defensores de su colosal ineptitud.

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