CRISIS ADMINISTRATIVA Y DE ATENCIÓN EN EL HOSPITAL “QUIROGA”, DENUNCIAN; INVERSIÓN ANUNCIADA POR LAYDA ES PARA QUE “LA ISLITA” ESTÉ TRANQUILA
Ciudad del Carmen .- Eva Baeza Fuentes, presidenta del Patronato del Hospital General “María Quiroga Aguilar”, denunció que el nosocomio atraviesa una grave crisis administrativa y de atención médica, por el “revoltillo” causado por el despido y cambio de personal, abandono de servicios especializados y desatención a pacientes en riesgo.
Baeza Fuentes afirmó que se trata de una estrategia, pues en su Informe la gobernadora Layda Sansores habló de una inversión en el nosocomio de Carmen, para que “la islita” esté tranquila.
Se prevé que parte del personal desplazado sea enviado temporalmente al Hospital General de Sabancuy o al de Maderos, mientras terminan el Materno-infantil, cuyos médicos ya cobran desde febrero pese a no estar aún en servicio, sino están asignados en el centro con el doctor Gámez. “Es un revoltillo”, aseveró.
Baeza Fuentes denunció también la ausencia de coordinación y seguimiento institucional a casos de alto riesgo, como el embarazo en una niña de 12 años, que no ha sido atendida ni por el Registro Civil ni por autoridades médicas ni del DIF.
Los movimientos en el hospital, recalcó, son parte de una estrategia política disfrazada de remodelación, que ha servido como pretexto para remover desde febrero a médicos con trayectoria y colocar a personal afín a intereses políticos, entre ellos la nueva coordinadora de IMSS Bienestar en Carmen, de apellido Lliteras y a quien identificó como “cuñada de un diputado local de Morena, de apellido Puch”.
“Se fueron médicos especialistas como el otorrinolaringólogo y la nefróloga, y otros están por irse. Muchos fueron desplazados sin aviso para colocar a personas sin experiencia y por vínculos políticos, e incluso yo debo desaparecer porque me tienen ganas”, acusó.
Baeza Fuentes señaló a la doctora Liliana Montejo, actual encargada de la Jurisdicción Sanitaria, como parte del grupo que avala estas decisiones sin consultar ni informar a la comunidad médica, ni a la ciudadanía.
Asimismo, una de las preocupaciones de la activista es la falta de clima y ventilación adecuada en salas de terapia intensiva para niños.