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CIRCULA EN REDES: HUACHICOL INSTITUCIONAL EN LA POLICÍA DE CAMPECHE, DENUNCIAN

A través de una publicación en sus redes sociales, el usuario Enrique Arellano pregunta dónde están los vehículos, la Policía Cibernética y, sobre todo, el combustible que la secretaria de Seguridad, Marcela Muñoz, ha recibido desde el 2021, pues a 4 años no se ven esas patrullas en las calles y los d3litos van al alza, mientras la jefa policiaca, familia y séquito chilango llevan una vida de lujos, y sentencia: “Campeche merece que el dinero público no se esfume entre bitácoras falsas y gasolina fantasma”.
El texto señala: “El huachicol Institucional de Marcela Muñoz.

Cuando Marcela Muñoz llegó a la Secretaría de Seguridad Pública del Estado de Campeche el 15 de septiembre de 2021, no llegó a un desierto, aunque eso es lo que ha querido venderle a los campechanos… y al país. Según el boletín oficial del Gobierno del Estado, en el 2021 recibió 341 patrullas, 5 ambulancias, 12 julias, 95 vehículos utilitarios, 225 motocicletas, 21 camiones y grúas, 3 lanchas para patrullaje costero, cuatrimotos, Segways, tecnología y más”.

Todo, continúa, en perfecto estado, según la gobernadora Layda Sansores, pero cuatro años después, nada de eso existe en las calles. En lugar de patrullas, hay excusas. En lugar de seguridad, hay simulación. En lugar de resultados, hay huachicol institucional: consumen gasolina como si tuvieran mil patrullas… pero no hay ni 100 operando. ¿Dónde están las lanchas que iban a patrullar las costas todos los días? ¿Dónde están los drones, la policía cibernética, la capacidad de respuesta en “tres minutos”?

⚫️ TODO FUE UNA MENTIRA

De 1,400 elementos certificados en 2021, hoy apenas quedan 900, las instalaciones de la PEP están en ruinas y los delitos, al alza, lamenta, y resalta: “Mientras tanto, Marcela Muñoz, su familia y su séquito chilango viven en el Country Club, con Suburbans blindadas, escoltas que ya quisiera Trump, y una vida de lujos… a costa de la seguridad del pueblo campechano”.

La pregunta es simple: ¿Quién se está quedando con el combustible, con las patrullas, con los recursos? Y lo más importante: ¿Hasta cuándo vamos a permitir este saqueo disfrazado de incapacidad? Campeche merece seguridad real, no pretextos. Merece policías bien equipados, no simulaciones. Merece que el dinero público no se esfume entre bitácoras falsas y gasolina fantasma. Esto no es incompetencia: es corrupción. Y alguien tiene que rendir cuentas. Hasta ahí la publicación.

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