AGUAR LA FIESTA
El hecho de que las últimas ejecuciones hayan ocurrido en diversos puntos geográficos de nuestra entidad, hace suponer que esos rufianes ya controlan todo el Estado…
“Las recientes ejecuciones perpetradas en gran parte del territorio estatal, desde la isla de Tris, la Bahía de la Buena Pelea, la ciudad capital y la zona selvática calakmulense, confirman que la inseguridad se ha incrementado terriblemente, pese a que las focas aplaudidores presumen que somos el cuarto estado más seguro del país” comentó preocupado el poeta Casimiro.
–“Me decía un compadre que se creía político –respondió de botepronto el bolero don Memín—que en política no hay casualidades sino causalidades, o sea que todo lo que sucede se hace por una causa, así que a mí me parece un durísimo mensaje de los malosos hacia nuestras autoridades, una peligrosa advertencia” señaló.
Doña Chela se santiguó tres veces seguidas, como hacía cuando algo le infundía pánico. “Dios nos agarre confesados, exclamó, porque en los últimos cinco días se cometieron al menos siete ejecuciones, todos con el sello de la delincuencia organizada. Y el hecho de que hayan ocurrido en diversos puntos geográficos de nuestra entidad, me hace suponer que esos rufianes ya controlan todo el Estado”.
–“No hay que hacer suposiciones infundadas, aconsejó el viejo don Julián. Recuerden ustedes que doña gobernanta y su jefa de la Policía han repetido hasta el cansancio que aquí no operan los cárteles, y que esos homicidios son por pleitos de borrachos, o de parejas o de parientes que se disputan terrenos. No hay que caer en pánico, estamos en uno de los estados más seguros del país y quienes afirmen lo contrario son enemigos de la paz y de la tranquilidad de nuestra tierra”.
Los tres amigos de don Julián lo miraron con gran preocupación. Doña Chela puso su mano en la frente del senecto para checar si tenía alta temperatura y todos coincidieron en que algo raro estaba pasando.
El anciano los miró con curiosidad y luego estalló en sonora carcajada. “Coño chamacos, estoy repitiendo lo que a cada rato dice la señora en sus spots. Pero ¡claro que ha crecido la inseguridad! Y ¡claro que es preocupante que a unas horas del informe se haya desatado esa ola de ejecuciones!. Es para que le dé más vergüenza afirmar que aquí todo está tranquilo y que vamos bien”.
–“Tan no es casualidad esa serie de ejecuciones, coincidió el poeta Casimiro, como tampoco fue casual que la doña haya obtenido que una jueza servil prohibiera a un periódico y a sus periodistas referirse a ella en estos días de su informe. El miedo no anda en burro y sabe que los señalamientos que le han hecho son totalmente ciertos y que a través de esa vía la gente expresa su desacuerdo y su repudio contra la gobernanta. Nos quiere callados, pero a los ciudadanos no nos da la gana de callarnos” exclamó.
–“!Ni nos callaremos!” Expresaron a coro los cuatro amigos de la tertulia vespertina, quienes acordaron dejar para otro día sus comentarios sobre el bodrio de informe que presentó la señora ante sus acarreados.