SEGUNDO REVÉS PARA MARCELA AHORA UNA MUJER POLICÍA GANÓ AMPARO ANTE DESPIDO INJUSTIFICADO
Vía La Neta
En lo que se convirtió en el segundo caso ganado en la lucha por defender derechos, la agente Alín Perlett Uc Matos obtuvo amparo tras ser separada de su cargo en dos mil veinticuatro, lo que denunció como injustificado, de la Secretaría de Protección y Seguridad Ciudadana de Marcela Muñoz.
Así, la cadena de bajas injustificadas en la corporación acumula nueva derrota en tribunales federales.
El Poder Judicial de la Federación determinó que el procedimiento disciplinario contra Alín Uc fue ilegal desde el inicio, pues fue vulnerado su derecho de audiencia y defensa, ante lo cual la jueza concluyó que la notificación y sustanciación del proceso se realizaron en contravención a la normativa, afectando incluso la subsistencia de la trabajadora al suspenderle retroactivamente sus emolumentos.
La resolución enfatiza que negar el amparo habría significado una violación directa a la tutela judicial efectiva, principio que obliga a las autoridades a garantizar procesos justos y transparentes.
La sentencia ordena a la Comisión de Honor y Justicia de la Secretaría de Protección y Seguridad Ciudadana y a las autoridades responsables a asentar en el expediente personal de Alín Perlett Uc Matos que su separación fue injustificada, y pagar indemnización constitucional y prestaciones pendientes, conforme al artículo ciento veintitrés apartado B fracción trece de la Constitución.
Cabe aclarar que, como en el caso previo de Emilio López Pérez, el fallo aclara que no procede la reinstalación, pues la Constitución prohíbe la reincorporación de elementos policiales cesados, incluso cuando la baja es declarada ilegal.
El segundo triunfo judicial revela un patrón las bajas aplicadas tras la crisis de dos mil veinticuatro en la corporación a cargo de Marcela Muñoz han sido señaladas por tribunales como violaciones al debido proceso.
Primero fue Emilio López Pérez y ahora Alín Perlett Uc Matos.
Así, la narrativa institucional de disciplina se derrumba frente a los fallos judiciales que califican como injustificadas las bajas, y lo que en su momento fue presentado como sanciones ejemplares hoy se traduce en indemnizaciones y anotaciones de ilegalidad en los expedientes.
Y surge una pregunta cuántos más policías tendrán que recurrir al amparo para que se reconozca lo que la justicia ya empieza a dictar como un patrón de abusos

