GARRAS DE MONOPOLIO
Es la confirmación que Movibús es solo la máscara detrás de la cual se esconde el monopolio del grupo ADO, que trata así, con la punta del pie y con amenazas a sus usuarios…
Mientras que la gobernadora Layda Sansores en una nueva demostración de autoritarismo y soberbia, amenazó con meter a la cárcel a quienes bloqueen calles y avenidas o retengan unidades del Ko’ox para exigir el reajuste de las rutas, la empresa Movibús concesionaria de las rutas del transporte urbano en la capital, amenazó con suspender el servicio en las colonias donde se realicen esas protestas.
Son dos pinzas de una misma tijera con la que este Gobierno cuatrotero pretende cortar los derechos ciudadanos y civiles para impugnar u oponerse a las decisiones erróneas de sus autoridades.
Es una muestra más de la incongruencia y la contradicción con la que la señora Sansores está llegando al ocaso de su carrera: censurando periodistas, cerrando medios de información independientes, reprimiendo las manifestaciones ciudadanas y amenazando con cárcel a quienes no piensen como ella o no la respalden en sus arrebatos.
Lamentable postura, sin duda alguna, para alguien que predicó toda su vida el valor inalienable de los valores civiles y humanos y que hizo de la protesta social su herramienta para doblegar a los gobiernos, o al menos para incomodarlos.
Sobre la amenaza de la empresa Movibús para suspender el servicio en las colonias rebeldes, nos queda el tufo de la soberbia monopólíca que sabe que solamente sus condiciones cuentan para que cumpla con sus funciones. O las cosas se hacen como esta empresa diga, o se joden los ciudadanos, se quedan sin transporte.
Es la confirmación que Movibus es solo la máscara detrás de la cual se esconde el monopolio del grupo ADO, que trata así, con la punta del pie y con amenazas a sus usuarios, que les impone condiciones y horarios acorde a sus necesidades y no a lo que el pasajero realmente requiere.
Es pues, la soberbia del poder. Tanto la amenaza de la gobernadora Sansores, como la advertencia del grupo Movibús, o para evitar vericuetos, del grupo ADO, que es el que realmente controla todo el servicio de transporte de pasajeros en la entidad, tanto en la zona urbana, como en las rutas foráneas.
¿Dónde quedaron esos izquierdistas que satanizaban a las agrupaciones monopólicas? ¿Dónde aquellos que dicen que con el pueblo todo, y sin el pueblo nada? Una vez más, se ha demostrado que son farsantes.
Y para la ignorancia del director de la Artec, Eduardo Zubieta, solo una aclaración: los socios de Movibus aún no son dueños de los autobuses, puesto que no han pagado el crédito que recibieron del Gobierno; y ese dinero proviene de los impuestos ciudadanos, quienes son, en la teoría, los verdaderos dueños, aunque en los hechos los traten como peones y esclavos.

