SEQUÍA PONE EN RIESGO CULTIVO DE PLANTAS MEDICINALES, REVELAN
Don Manuel León Jiménez, con 25 años de experiencia como viverista en la comunidad de San Antonio Cárdenas, revela que enfrenta uno de los momentos más críticos que recuerda, pues la prolongada sequía que afecta a la región ha puesto en riesgo la supervivencia de una tradición que ha perdurado por generaciones: el cultivo de plantas medicinales.
Desde hace más de dos décadas, don Manuel ha cultivado especies utilizadas por la medicina tradicional, como el añil de piedra, recomendado para riñones y vesícula; la hierba de zorrillo, eficaz para dolores de cabeza y huesos, y la insulina vegetal, utilizada por personas con glucosa elevada.
Explica que esas y otras plantas como la ruda, albahaca, romero, epazote y hierbabuena, son las más solicitadas por sus clientes en el mercado Alonso Felipe de Andrade, donde tiene un puesto desde hace algunos años.
Sin embargo, el panorama ha cambiado drásticamente, pues “la sequía nos está fregando. Aunque reguemos por la noche para que no se evapore el agua con el sol, hay plantas que simplemente no se salvan. Se secan, se agotan”, lamenta.
Los últimos dos años, asegura, han sido los más complicados en su trayectoria, debido a que las temperaturas elevadas y la falta de lluvias han obligado a tomar medidas como la colocación de malla sombra, para reducir la exposición solar directa, pero muchas plantas no soportan el calor extremo.
Y agregó: “Hay hierbas que ya ni se ven, como la hierbabuena, el epazote, el cilantro, la albahaca y el oreganón, que son muy delicadas y con este clima no resisten”.
León Jiménez explicó que San Antonio Cárdenas no es una comunidad agrícola en su mayoría, ya que la ganadería, la pesca y la acuicultura predominan como actividades económicas, por lo tanto, pocos viveristas mantienen viva esta práctica, pero la situación se ha vuelto insostenible.
Aún así, la esperanza se mantiene en las lluvias de mayo, que podrían ayudar a recuperar los cultivos y evitar la desaparición de esta actividad.