🔴 Las maestras Yeraldine y Nallely pagaron con su vida la política criminαl de López Obrador de quitarle recursos al mantenimiento de las carreteras.

Tómbola Política

JC Rodríguez Rodríguez ✍

Cuando el ladrón está a punto de ser descubierto, grita y señala con ímpetu “¡¡El ladrón, el ladrón…, ahí va!!” con el claro fin de desviar la atención sobre él y su responsabilidad –y si puede, hasta se mezcla con la muchedumbre inquisidora. Algo así hizo la gobernadora Layda Sansores San Román ante la creciente indignación ciudadana, y principalmente, del gremio magisterial, por el trágico deceso de las maestras 𝐈𝐬𝐞𝐥𝐚 𝐘𝐞𝐫𝐚𝐥𝐝𝐢𝐧𝐞 𝐓𝐮𝐧 𝐓𝐮𝐜𝐮𝐜𝐡 y 𝐍𝐚𝐥𝐥𝐞𝐥𝐲 𝐑𝐮𝐛𝐢𝐜𝐞𝐥 𝐔𝐜 𝐒𝐮𝐚́𝐫𝐞𝐳, que viajaban de sus domicilios en el Camino Real a su centro de trabajo en Palizada, cuando perdieron la vida por el criminαl deterioro de la carretera federal Escárcega-Villahermosa.

La mʊerte de estas jóvenes profesionistas, cuyo único pecado fue usar esa destruida carretera en busca de un mejor futuro para ellas y sus familias, ha sido el detonante del enojo popular por el valemadrismo de las autoridades de todos los niveles (todas de Morena) por el deterioro de las carreteras que atraviesan el estado. Yeraldine y Nallely son sólo víctimas –de una larga lista de víctimas– de esta negligencia criminαl. Negligencia que bien podría ser responsabilidad plena de la gobernadora Layda Sansores, quien mantuvo siempre una sumisión total ante el gobierno federal responsable del mantenimiento de las vías nacionales.

Pero ¿cómo Layda iba a exigir a ese gobierno, presidido por Andrés Manuel López Obrador, el mantenimiento de las carreteras, si su única preocupación fue crear una y 1000 maneras de hincarse y quemarle incienso al tabasqueño? Ella, con su dicho, lo hizo “hijo del maíz y del rayo restaurador”; lo hizo “hombre de otra dimensión política desconocida”, “líder” de los que sólo nace uno cada 100 años; y ya en el éxtasis, lo declaró “El más mejor Presidente de México (sic)”.

“A Campeche y a millones de mexicanos nos hiciste muy felices”, le dijo a AMLO en su cara, en la despedida. Hoy, ahí está su “felicidad”: dos jóvenes maestras que pagaron con su vida la política criminαl de López Obrador de quitarle recursos a rubros prioritarios para desviar todo hacia sus conocidos elefantes blancos.

Sin embargo, la noche del lunes, Layda publicó un post donde lamentó “profundamente” el fallecimiento de las maestras y se sumó al movimiento de indignación que pulula con el hashtag #EXIGIMOSCARRETERASDIGNASPARAUNTRASLADOSEGURO! ¡Qué irónico! Como si ella no tuviera responsabilidad o fuera parte del problema.

Peores cosas veredes, Mío Cid…

PD: Aquí colgamos el oficio donde el gobierno de AMLO ordenó el congelamiento de 11 mil millones de pesos destinados al programa 2024 de “Reconstrucción y Conservación de Carreteras”.