Opinión

LA CLOATUFO A CARPETAZOCA DE LA POLÍTICA | 22 DE NOVIEMBRE DE 2025

Mientras más se esmeren en justificar el crimen, y no en localizar y sancionar a los asesinos, más sembrarán la percepción de que detrás del cobarde acto hay manos poderosas…

La Fiscalía General del Estado de Campeche no está investigando el asesinato de la síndica jurídica por Palizada, Karina Aurora Díaz Hernández; lo que el fiscal Jackson Villacís y sus agentes están haciendo, es buscar excusas para explicar el crimen; maquillaje para esconder todo el pus que hay detrás de ese lamentable suceso.

Haber tomado la determinación de descartar el móvil político, encendió los focos de alerta sobre el destino que seguramente tendrá el caso. Porque de un tajo, cortaron una de las líneas de investigación más fuertes debido a las funciones que desempeñaba la maestra, por sus perspectivas de vida en un futuro inmediato –iba a ser otra vez candidata a la alcaldía—y por su propia militancia, en el partido gobernante a nivel estatal.

En una segunda intentona por ocultar las causas reales del crimen, fue soltar con los periodistas cómodos “trascendidos” y filtraciones. Se habla de una “confusión” de los sicarios; se equivocaron de persona, tal y como el viejo PRI intentó maquillar el escandaloso asesinato del cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo.

¿Puede haber confusión cuando se suave que los sicarios estuvieron monitoreando por varios días las rutinas diarias de la síndica jurídica?  ¿Si la siguieron por varias calles y escogieron el lugar más adecuado para hacer los disparos, puede creerse la teoría de la confusión?

Solo falta que –como se justificó el crimen del político Amado Salomón Rodríguez León allá por los 90’s—que una nueva versión sugiera que la supervisora escolar y síndica jurídica, “pagó para que la mataran”. Esta última teoría, tan célebre como ridícula, disipó las sospechas en ese tiempo de que detrás de la desaparición del entonces dirigente pedemista, estuviera alguien del Gobierno. Y es que el trabajo de Rodríguez León, estaba enfocado precisamente, a investigar los graves hechos de corrupción de ese gobierno que encabezaba por cierto, otro Salomón.

Lo que el Fiscal y su jefa deben tener claro, es que mientras más se concentren en justificar el crimen, más que en localizar y sancionar a los asesinos, más sembrarán la percepción de que detrás de ese repudiable homicidio hay manos fuertes y poderosas vinculadas al Gobierno. O vaya, que fue un crimen de Estado, como tantos que ya ha habido en México y en donde la impunidad fue la losa que cubrió tantos cadáveres.

Ojalá que no. Porque en el pueblo, el primer reclamo espontáneo y furioso de la gente que se concentró en el hospital del IMSS-Bienestar donde atendían a la síndica baleada, apuntaban al hombre que preside esa municipalidad, y quien, por cierto, ya conoce los recovecos del penal de San Francisco Kobén.

Ojalá que el fiscal se concentre en hacer bien su trabajo, porque no está tratando con retrasados mentales. Y que no espere institucionalidad ni credibilidad ciega a las conclusiones que presente.

Hay un pueblo enardecido que exige justicia y que ya se cansó de tantas y tantas mentiras de este Gobierno inepto que acumula ejecuciones por doquier –más de 270 este sexenio–, y que prefiere encarcelar a periodistas y a opositores, en lugar de castigar a los matones y a los autores intelectuales de esas ejecuciones.

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