Opinión

LA BARREDORA

No sabemos si las acusaciones contra los 25 policías despedidos, las dio Marcela con base en los resolutivos de alguna instancia judicial, o lo dijo, “porque se le dio la gana”, imitando a su jefa…

Con más incertidumbre y dudas que certeza y seguridad para los campechanos, la secretaria de Protección y Seguridad Ciudadana, Marcela Muñoz Martínez, decidió despedir a otros 25 elementos de esa corporación por delitos como acoso sexual, uso de sustancias ilícitas y extorsión a la ciudadanía.

En un mensaje que grabó desde su búnker de la “Ciudad Administrativa”, al lado de sus dos comandantes foráneos que la han ayudado a imponer su imperio de terror en contra de los elementos locales, la comandanta guanajuatense continuó con su obsesión por echar fuera a quienes se manifestaron en su contra el año pasado.

La mayoría de los 25 policías cesados formaron parte de las manifestaciones de protesta que se realizaron durante 104 días en esta capital, entre el 16 de marzo y el 28 de junio del año pasado. Cometieron el error de creer en la promesa de la gobernadora Layda Sansores de que no habría represalias en su contra y de que se les reincorporaría al servicio sin rencores.

La verdad es que su regreso a la corporación solo le dio tiempo a Marcela Muñoz y a sus secuaces, para justificar legalmente sus ceses. Los otros 200 o 300 despedidos siguen esperando que por lo menos los indemnicen como marca la ley. Olvidan que Marcela no acata la ley, solo se apega a sus caprichos.

Presume Marcela que estas 25 bajas se dieron “por incumplimientos graves a los reglamentos y valores que nos rigen como institución”. También, que “fue el resultado de investigaciones rigurosas en el área de Asuntos Internos, seguimiento en la Comisión de Honor y Justicia, respeto a los derechos de cada uno de los investigados, y en algunos casos denuncias ciudadanas debidamente documentadas”.

“Estos 25 policías –sentenció– resultaron responsables de acoso sexual a nuestras compañeras policías, uso de sustancias ilícitas y extorsión a la ciudadanía”.

No sabemos si esta última declaración la dio Marcela con base en los resolutivos de alguna instancia judicial, o como siempre, lo dijo, “porque se le dio la gana”, en franca imitación a lo que hace su gobernadora.

Pero algo le falló en su discurso a la guanajuatense. “Sus” campechanos y campechanas, no se sentirán más seguros por estos alardes de su prepotencia y arbitrariedad. Ni van a confiar en ella por que siga o no despidiendo a los elementos.

Su descrédito es total y el repudio ciudadano en su contra ni se arreglan con remedios caseros. Tal vez si los procesados fueran sus comandantes foráneos o ella misma, se podría recuperar la confianza en esa corporación policiaca. Pero no. Los verdaderos culpables siguen ahí dando las órdenes a la tropa.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *