Expediente

Expediente: 1 de octubre de 2023

CICATRICES DE JAMILE NO BORRAN SU PASADO

A más de tres semanas de la detención de Cristian, el presunto agresor de la activista Jamile Moguel Coyoc y su pareja, Rafael Maldonado, la Fiscalía General del Estado no ha vuelto a referirse al tema, quizá porque no le han arrancado la ‘confesión’ que necesitan para detener a quien realmente les interesa encarcelar, aunque esa historieta perdió credibilidad. No les han salido sus planes. Por eso el silencio.

Tal vez por ello, la gobernadora primero, y después Jamile, han sobreexplotado el ‘atentado’ en redes sociales, buscando mantener vivo el tema y que la sociedad campechana —que observa perpleja la persecución política del exalcalde exiliado— reaccione con indignación, o con admiración, o al menos con solidaridad.
La pretensión oficial de vincular a Eliseo Fernández Montúfar con tres hechos delictivos —los asesinatos de Manuel Peña Miranda y de Sergio Novelo, y el atentado contra Jamile y Rafael— perdió credibilidad cuando Layda Sansores y su sobrino Gerardo “Seso Loco” Sánchez Sansores entorpecieron el debido proceso.
Recordemos que la semana pasada la gobernadora Sansores y el fiscal Renato Sales acudieron al hospital a visitar a Jamile y a su pareja, para tomarse una selfie con ellos, y después subirla a redes sociales para pintarla como “la heroína guerrera sobreviviente del maldito psicópata que intentó asesinarla”.
Y aunque los Sansores han tomado demasiadas clases de actuación, no les funcionó el numerito. Los usuarios de redes sociales recibieron su cuento rosa con escepticismo, pues los jóvenes que estaban al borde de la muerte milagrosamente se encontraban rozagantes y felices, y pusieron en duda que los hechos hayan ocurrido tal y como los presentaron las autoridades.
En respuesta, esta semana Jamile subió a sus redes sociales dos fotografías, una donde se ve convaleciente en algún hospital, y otra, donde se aprecian cicatriz y costuras de la herida producto del atentado perpetrado el 4 de agosto. Aún con esas supuestas evidencias, hay quienes no se tragan la historia.
Y es que hay razones suficientes para poner en tela de duda todo lo que diga la gobernadora Layda Sansores, que busca atribuirle méritos a Jamile Moguel para “catapultarla políticamente” —diría Aníbal Ostoa— rumbo a alguna diputación local o a la Alcaldía.
Una de esas razones, y pensamos que la principal, es que hasta el momento la expresidenta estatal de Movimiento Ciudadano (MOCI) no ha explicado cuáles son sus nexos con los personajes vinculados con el crimen organizado.
Recordemos que Jamile y el ‘líder’ estatal de Morena, Erick Alejandro Reyes León, difundieron en sus redes sociales las fotografías donde salen abrazaditos con dos de cuatro personas detenidas entre el 6 y el 8 de mayo pasado con armas de grueso calibre en un retén del Ejército ubicado en Komchén, Hopelchén.
El fiscal Renato Sales afirmó que los cuatro detenidos son parte del “grupo generador de violencia” en el Municipio de Hopelchén, integrantes de la célula delictiva que encabeza el menonita identificado como F.K.W., “Frank” o “Pancho Loco”, actualmente detenido e identificado como presunto cabecilla de la banda que operaba la venta de droga en Campeche, al que se le atribuyen varias ejecuciones y de recurrir a fosas clandestinas para esconder los cadáveres de sus adversarios.
Uno de los cuatro detenidos y posteriormente liberados, Julio César S.L., es jefe de una de las células descubiertas hasta ahora, y en su momento se aseguró que hasta podría ser familiar de la gobernadora Sansores San Román.
La Fiscalía jamás informó de los vínculos de Jamile con esos pistoleros, ni la citaron a declarar por aparecer en fotos con ellos. Tampoco confirmó si Julio César S.L. es familiar o no de la gobernadora Sansores. Menos aún informó las razones que llevaron a la inmediata liberación de los integrantes de ese “grupo generador de violencia”. Les abrieron la puerta, salieron, desaparecieron, y ahí terminó la historia para Renato Sales.
Por eso es que la sombra de la duda se cierne sobre la carrera política de Jamile. Se deslindó de Eliseo y brincó a Morena junto con los dos pistoleros de la foto. Hay muchísimas dudas que serán difíciles de superar. Y tal vez por eso la desesperación de presentarla como la mártir que se levantó del suelo para luchar por su pueblo.
Hay situaciones que no encajan, exageraciones que conducen a la sospecha, y lagunas que no abonan a que la historia sea creíble. Por lo que se ve, será Jamile quien cargue con la reprobación ciudadana a la persecución política de Eliseo Fernández. Ya veremos con qué acto teatral salen los Sansores en los próximos días.

INFORMES VACÍOS DE INEPTOS ALCALDES

Desde Palizada hasta Calkiní, desde Xpujil hasta Carmen, desde Hopelchén hasta Candelaria, los campechanos se han tenido que tragar en esta semana los “informes” de sus presidentes municipales, en su mayoría, con planteamientos demagógicos y vacíos de contenido, y en su totalidad —es decir, todos— con graves hechos de corrupción, nepotismo, ineptitud y cuentas pendientes. Hay que aceptar que ninguno se salva.

Un somero balance y evaluación del desempeño de cada uno de los alcaldes nos lleva a la conclusión de que nadie se salvaría de ser quemado en leña verde, y que con una o dos excepciones, la probabilidad de que aspiren a una reelección tendría el rotundo fracaso como resultado seguro.
En Campeche, la alcaldesa mocista Biby Karen Rabelo de la Torre no ha podido con tanto rezago que le dejaron sus antecesores. Le ayuda que tiene el pretexto perfecto para no dar los resultados que de ella se esperaban, y por eso argumenta cada vez que puede, que el acoso y la persecución de la gobernadora en su contra no la dejan trabajar.
Y tiene razón, pero no justifica la gran opacidad con que ha conducido su Gobierno, que ha fungido como tapadera de su antecesor y gurú, Eliseo Fernández. Pese a tener el segundo presupuesto más alto de la entidad, es casi nula la obra pública, y su programa estelar, el de iluminación y alumbrado, está manchado por la sombra del nepotismo.
Aún así, aspira a la reelección, y por su condición de que podría encabezar el arraigado antilaydismo que crece en todo el Estado, tendría posibilidades de lograr su objetivo.
En Calakmul, el morenista Luis Enrique Alvarado Moo ha sido un fiasco. Si no fuera por las inversiones federales para construirle su Palacio Municipal y un nuevo mercado público, no tendría nada qué presumir, pues incluso las obras del Tren Maya han dejado más conflictos que beneficios.
El exmocista Silvestre Lemus Orozco en Escárcega, es otro cero a la izquierda. Se dice que todos los negocios los maneja su titiritero y socio mayoritario Rodolfo Martínez Cetina, y que la razón por la que se pintó de guinda fue para no sufrir sanciones una vez que termine su periodo, pues sus cuentas están más chuecas que las calles de la colonia Fertimex.
En Champotón, la morenista Claudeth Sarricolea no se queda atrás. Los negocios los maneja su marido El Negro Santini, y aunque pretenda que construirle una glorieta y ponerle un monumento al papá de la gobernadora Sansores, le dará inmunidad e impunidad, lo cierto es que difícilmente los champotoneros vuelvan a darle su voto, pues están cansados de sus frivolidades.
Lo mismo pasa en Palizada. Ángela Cámara Damas fue cuota de la esposa del exgobernador Carlos Miguel Aysa, quien llegó apenas de panzazo al cargo y lo ha aprovechado para beneficiarse con el escaso presupuesto que le asignan. Ya tiene varias propiedades en Campeche, lugar en donde pasa la mayor parte del tiempo, apanicada por los mosquitos paliceños que pudieran transmitirle dengue.
En Hecelchakán, el expriísta, expesista y próximo morenista José Dolores Brito Pech ya acusa el paso de los años. Fue en su momento uno de los líderes campesinos más combativos del Camino Real, pero ahora el veletismo es su característica más destacada. Rastrero y sumiso con la gobernadora, para no ser investigado ni expuesto, se olvidó de sus compromisos de campaña. Terminará sin pena ni gloria, pero eso sí, con la alforja llena.
Es el mismo caso de Hopelchén, donde el priísta Emilio Lara Calderón se ha dedicado a maquillar con cifras infladas y con discurso bélico su informe de Gobierno, pero sin resultados palpables, en tanto que su fortuna personal se ha acrecentado de manera admirable, como su colección de caballos pura sangre, por ejemplo. Se ve difícil que pueda aspirar a la reelección, pues el expediente en su contra por el mal manejo de recursos públicos es muy abultado, y sería mejor candidato a Kobén, que a mantenerse en la silla principal del Cabildo chenero.
En Calkiní, la aún priísta Juanita Cortés Moo resultó una absoluta decepción. Es la peor alcaldesa de los últimos años, la que menos resultados ha entregado, la que mas frivolidades ha demostrado —las operaciones estéticas sólo la transformaron superficialmente— y la que podría afiliarse en los próximos días a Morena como tabla de salvación para no ser procesada apenas termine su mandato, pues si al inicio de su gobierno se “perdieron” más de 27 millones de pesos, la cifra del desfalco cuando se vaya será muy, pero muy superior.
En Dzitbalché, el profesor morenista Roberto Herrera Mas también resultó un fiasco. Dicen en el pueblo que no es lo mismo parecer “buena gente” que serlo, y mucho menos ser eficiente, ya que este novel Municipio es de los más abandonados, con pocos servicios públicos, con menos obras de urbanización y no se diga de apoyo para la población vulnerable, que ahí abunda. A todos ha decepcionado por igual, y si bien es cierto que será muy difícil que lo procesen por sus malos manejos, lo que es seguro es que si lo vuelven a postular, lo que más va a atraer son los votos de castigo.
Seybaplaya tampoco tuvo en la alcaldesa priísta Cinthya Velázquez Rivera a la lideresa que esa pintoresca comunidad necesitaba para empezar a repuntar. Ha sido más bien una Administración mediocre, timorata, de escasos resultados y en donde la cantaleta de “no hay dinero para nada”, es la que más se escucha cuando la gente y los sectores productivos que van en busca de apoyos a su remodelado Palacio Municipal. El abandono a la zona urbana retrata a la perfección lo pésima que ha sido su Gobierno.
En Tenabo tampoco hubo mejora alguna. La panista Karla Uc Tuz se convirtió en auténtica pan sin sal desde que asumió el cargo. También argumenta que no le alcanza el presupuesto para trabajar, y como resultado tiene a la cabecera municipal y a las comunidades rurales y juntas municipales, como Tinún, en el abandono. No hay proyectos, obras, ni programas sociales, y aunque lo que le sobra son ganas de reelegirse, será casi imposible que los tenabeños le vuelvan a dar su confianza.
En Candelaria, al alcalde expanista Francisco Farías Bailón “le quedó grande la yegua”. Tampoco ha dado resultados, y quizá lo más sobresaliente de su segundo año fue haber traicionado al blanquiazul para pasarse a las siglas de MOCI, más como instinto de supervivencia que por convicciones ideológicas. Detrás de Farías Bailón pesan los apellidos, pero sus resultados son nulos y el pueblo que vota está cansado de tantas administraciones ineficientes.
En suma, tenemos en funciones a la más ineficiente camada de alcaldes de los últimos años. Han perdido el protagonismo de años anteriores y se han atrincherado en sus madrigueras para no ser sancionados por sus malos manejos. Pero de sus resultados, ni hablar. Van en el mismo tono que los de la gobernadora Sansores: nadie sabe en qué manejan su presupuesto.

ESCARNIO ANTE ATENTADO

Diversos estados de ánimo dejan las declaraciones de los foráneos secretario de Desarrollo Económico y delegado nacional y presidente estatal de Morena, el yucateco Fernando Gamboa Rosas y el chilango Erick Alejandro Reyes León.

Se refieren con sorna sobre el recorte al presupuesto federalizado en casi mil millones de pesos en 2024.
Ante la brutalidad de la desvergüenza, la burla y el cinismo justificatorio de ese atentado económico del Gobierno Federal contra Campeche, lo menos que se siente es irritación, malestar, coraje o tristeza.
¿Cómo es posible que el yucateco Gamboa Rosas se atreva a calificar de “escándalo injustificado” las voces de miles de campechanos que se sienten despreciados por la Administración de Andrés Manuel López Obrador?
¿Cómo es posible tolerar el escarnio verbal del chilango morenista Reyes León, cuando acusa que el recorte de 927 millones de pesos es lo que “le arde a la derecha? ¿Y los de la izquierda no comen? ¿Está idiota o se fumó el porro del Seso?
¿A quién o quiénes sirven estos farsantes refugiados en territorio campechano, sin el consentimiento de sus pobladores, para atreverse a motejar la desgracia que se cierne sobre las finanzas de la entidad? ¿Qué beneficios han aportado Gamboa y Reyes a Campeche?
¿A qué sectores le recortarán gastos —educación, salud, trabajo, producción, política, campañas— sin que se resientan los efectos que se derivarán de tal medida?
Gamboa Rosas considera que es un “pre” lo relacionado con el recorte, porque al final se contabiliza distinto, y Campeche será sede de la Reunión Mundial de Autoridades Cinematográficas de Iberoamérica, con representaciones de Italia, España Portugal, Argentina, Colombia, Uruguay, Panamá, Chile y las dictaduras de Cuba y Venezuela.
¿Y qué beneficios dejarán a los campechanos? ¿Filmarán las condiciones lamentables en que viven cientos de familias, sobre todo de las áreas rurales, a las que no les cumplieron Layda Elena Sansores San Román y Andrés Manuel López Obrador promesas de campaña a la gubernatura y la Presidencia de la República?
La argumentación oficial siempre es enfocada a que mejorarán las condiciones de la región por la presencia del Tren Maya, que será poderoso impulso para importantes sectores.
¿Cuáles en específico, cuando se señala que su costo prácticamente se ha triplicado, que requerirá recursos federales para operar, porque cuando menos inicialmente no será rentable y quedan pendientes por saldar pagos en muchas comunidades?
Aún más, es recurrente la queja de las malas condiciones de las carreteras federales por el paso de transportes que operan en la construcción de la infraestructura y la vía ferroviaria, que cálculos conservadores oficiales cotizan en más de dos mil millones de pesos.
No. No hay justificación que valga para afectar el gasto federalizado a Campeche, que durante décadas ha entregado importantísima participación económica al país por la explotación del petróleo. Y más censurable es que hasta ahora la gobernadora Sansores San Román no haya alzado la voz ni en su pasado Martes del Jaguar, para exigir que se corrija ese exceso.
Un clavo más al ataúd. El chilango secretario de Administración y Finanzas, Jezrael Larracilla Pérez, nos consuela con que el recorte no es por desamor, sino por la caída en los precios del petróleo. Y en tal tesitura, habrá que aclararle que tiene meses que se estancó en más de 100 mil barriles la producción privada de petróleo.
En la misma circunstancia se encuentra Petróleos Mexicanos, que está muy lejos de cumplir las metas que se plantearon y consume miles de millones de pesos anuales por deficiencias e improductividad. Que es alto y creciente el pago por el servicio de la deuda, que López Obrador se comprometió que no contrataría y mintió.
Las condiciones para la reducción del gasto federalizado a Campeche son otras. Lo lamentable es que no existe ningún elemento del Gobierno del Estado capaz de levantar la voz e inconformarse. Los miembros del gabinete son en su mayoría foráneos, no campechanos. ¿A qué santo nos encomendamos?

NO LE APRUEBAN LAS CUENTAS

A la alcaldesa calkiniense Juanita Cortés Moo le salió el tiro por la culata. El año pasado derrochó recursos en sus funcionarios consentidos y en sus regidores, como si fueran de su hacienda particular y no públicos.

A cambio, todos votaron y aprobaron las cuentas de su primer año de ejercicio, aunque no cuadraban.
Ya acostumbrados a recibir su buena lana, los regidores presionaron a Juanita de manera poco cortés por más privilegios, como la asignación de obra pública a constructoras con las que ya habían pactado el respectivo diezmo, a lo que la alcaldesa accedió.
Y apurados en hacer mayor fortuna, los regidores pidieron incentivos adicionales de última hora que no les fueron concedidos, porque ya se les había ayudado. Y como era de esperarse, los ingratos no aprobaron las cuentas de la chamaqueada Juanita, que este año aprendió que la música pagada, toca mal son.
¿Le hacía falta sobornar a los regidores? Disfrutan de una dieta mensual de 42 mil 028 pesos 72 centavos, además de apoyos de gastos de gestión y vales de gasolina por 23 mil 791 pesos 28 centavos, con lo que la suma alcanza 65 mil 820 pesos libres de polvo y paja, y sin pegar un golpe.
Gracias a ese ingreso mensual se dedican al paseo, la holganza y a comer en los mejores restaurantes de Mérida, y poco aportan a la mejoría del Ayuntamiento calkiniense, pues sólo se aparecen a cobrar en los días de quincena, como acordaron con Juanita.
Por las calles del Camino Real corren los nombres de Milton Ulises Millán Atoche, Fátima Peralta García y Marcial Farfán, quienes fueron beneficiados con obras pero no aprobaron las cuentas. Cierto, nunca más serán de confiar. Pero, ¿quién de ellos está peor? ¿La alcaldesa que soborna, o el regidor que se deja sobornar? ¿Alguno es más corrupto que el otro?

RÁFAGA POLÍTICA…

EL SUBDELEGADO DEL ISSSTE, José Antonio Carrancó Gómez, pretendió hace unas semanas desalojar a pensionados y jubilados de la Casa de Día, ubicada en la avenida “Las Palmas”, quienes se quejaron de malos tratos y prepotencia del funcionario, y salieron a relucir denuncias de misoginia y acoso sexual de algunas colaboradoras de esa dependencia federal. En noviembre del 2022, cuando el polémico Carrancó, originario de Puebla, fungía como encargado del despacho de la Delegación, decenas de derechohabientes exigieron su destitución por la falta de equipo médico e insumos y lo acusaron de desviar recursos para sus negocios personales. ¿Hasta cuándo tendrán que padecer sus desplantes?

EXPEDIENTE es elaborado con aportaciones de periodistas y colaboradores de TRIBUNA. Comentarios, opiniones, quejas, denuncias, elogios, ofensas, agradecimientos y sugerencias al correo electrónico:
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