Insurrección silenciosa
No es necesario tomar las armas para cambiar el destino de los pueblos. El despertar de conciencias es el punto de partida y creo que en este sentido ya llevamos bastante camino recorrido…
El poeta Casimiro llegó a la reunión vespertina en el Parque Principal con sus amigos de tertulia, portando una playera negra con la leyenda: “Pemex, paga tus deudas”, en solidaridad con el movimiento que realizan empresas, familias y trabajadores afectados por el impago de la paraestatal petrolera a sus proveedores isleños.
–Me parece un buen gesto que habla bien de tu condición de luchador social, al haberte sumado a ese movimiento casi subterráneo, casi silencioso de nuestros hermanos carmelos que ya están hasta el gorro de la irresponsable actitud de esa paraestatal al no saldar deudas que rebasan los 150 mil millones de pesos en perjuicio de la economía carmelita”, expresó el bolero don Memín.
–Dime dónde puedo conseguir una de esas playeras, o un cartelito o lonita para que pegue en la puerta de mi casa, a fin de que este movimiento que surgió en la Isla de Tris se generalice en todo el territorio estatal. Que esa empresa petrolera sienta que todos estamos molestos por su irresponsable conducta” exclamó molesta doña Chela.
–Es una buena señal democrática el despertar cívico de nuestros hermanos carmelos, y la solidaridad que ya se está dando en otras partes de nuestra amada entidad, añadió el viejo don Julián. Solamente con unidad, con la cohesión del pueblo será posible hacer frente y vencer a los abusos del poder. Me siento contagiado con su activismo y también me comprometo a colgar en la puerta de mi casa un cartel para expresar mi apoyo a esa lucha justa y digna” subrayó.
–No es necesario tomar las armas para cambiar el destino de los pueblos, pontificó solemne el poeta Casimiro. El despertar de conciencias es el punto de partida y creo que en este sentido ya llevamos bastante camino recorrido, pero también hay que dar la cara y hacer sentir que estamos del lado de la resistencia, de los rebeldes, de los inconformes y de los que no apoyamos las injusticias, los abusos ni las irresponsabilidades del actual régimen”.
Impregnado por estas muestras de respaldo a una lucha justa, el bolero don Memín tomó tinta roja y negra que usualmente utiliza para dar lustre a los zapatos de sus clientes, escribió en una cartulina la misma leyenda: “Pemex, paga tu deuda con los carmelos” y lo colocó a un lado de su puesto de trabajo. Otros ciudadanos se adhirieron al movimiento y advirtieron que aunque no lo griten ni lo pregonen, en el fondo de sus corazones están alimentando una insurrección silenciosa, la cual harán valer con vigor y contundencia, el día de las elecciones.