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Sector pesquero abandonado

No hay apoyos de los funcionarios encargados de este sector, para ayudarles a encontrar mejores mercados. Los han dejado a la deriva y a merced de los intermediarios, por eso no hay progreso…

A tono con las vacaciones de verano, el poeta Casimiro invitó a sus amigos de tertulia a degustar de una buena ensalada de pulpo en la intimidad de su hogar ubicado en el vergel de la ciudad capital, el histórico y siempre bravo barrio de Santa Ana.

–“Se ven de buena medida los animalitos, arrancó la charla el bolero don Memín. Me dicen mis compadres que han sido hombres curtidos por el mar a lo largo de toda su vida, que esta temporada se ve buena, y que esperan recuperarse luego de por lo menos tres años de mala pesca, pésimos tamaños y peores precios”.

–“Los precios arrancaron muy elevados, se quejó doña Chela, de 160 a 180 pesos por kilo, y eso que aún no se oficializan las tarifas oficiales por parte de las autoridades del sector que, como siempre, están dormidas en sus laureles”.

–“Comer pulpo en los primeros  días de agosto debe ser un ritual obligatorio para todo aquél que se sienta nativo de estas tierras, sugirió el viejo Julián. Hay veces que vale mucho la pena hacer un sacrificio para degustar estos manjares exquisitos que, además, son orgullosamente originarios de nuestras costas. El pulpo maya solo se reproduce aquí y es por eso que es muy cotizado en los mercados regional, nacional y extranjero” recordó.

–“Los altos precios tienen que ver sobre todo por la intromisión de los coyotes de la tierra de Cabezolandia, que, como siempre, se agandallan en todo. Se llevan nuestra miel, nuestro maíz, nuestra sandía, y otros productos que revenden a altos costos mientras que a nuestros productores les pagan una bicoca” agregó el poeta Casimiro.

–Es cuestión de desorganización, le corrigió de inmediato el bolero don Memín. Ya no hay cooperativas que se encarguen de resguardar la producción mientras se esperan buenos precios, no hay bodegas con equipos de refrigeración adecuados y tampoco hay apoyos de los  funcionarios encargados de este sector, para ayudarles a encontrar mejores mercados. Los han dejado a la deriva y a merced de los intermediarios, por eso no hay progreso en el sector”.

–“Además de eso, intervino doña Chela, no hay que olvidar que también los engañan y se aprovechan de ellos. Tan solo en el pasado “informe” presumió la Tía que apoyó a los pescadores con 47 motores para sus lanchas, pero éstos le salieron a aclarar que eso es falso, y que los motores se compraron de manera tripartita, con aportaciones del Gobierno Federal, del Estado y de los propios pescadores. Tratan de engañarnos, pero qué bueno que los bravos hombres del mar le gritaron que es una mentirosa”.

El poeta Casimiro procedió a servirles a sus invitados una porción de ensalada del molusco. Aún faltaba que probaran el pulpo en su tinta y el embiscochado, que presumía como su preparación favorita. “Mucho bla bla y grilla, es hora de alimentarnos sanamente” ordenó el vate santanero, dando por terminado el debate que intentó armar doña Chela.

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