RÉGIMEN INTOLERANTE
Los síntomas que vemos en la vida pública del país, nos llevan a concluir que nos estamos enfermando de ese mal que se llama totalitarismo, absolutismo y dictadura…
Pese a ser 12 de diciembre, doña Chela no llegó a la reunión vespertina con sus amigos de tertulia entonando los cánticos a la Virgen del Tepeyac. Pero sí portaba un rosario en la mano mientras recitaba jaculatorias para que el país ya no se siga hundiendo en la intolerancia, la censura y la represión.
–“¿Ya se enteraron de la noticia? Preguntó a sus amigos del Parque Principal. Resulta que el dirigente estatal guinda en Zacatecas, Rubén Flores Márquez, denunció al obispo de esa Diócesis, Sigifredo Noriega Barceló, ante el Instituto Electoral, por emitir críticas públicas contra los avances de la 4T y la reciente reforma a la Ley General de Aguas. Acusa al prelado de violentar el principio de laicidad consagrado en la Constitución mexicana al realizar declaraciones con tintes políticos mientras ejerce su cargo religioso”.
—“¡Que no ma…nipule ese dirigente guinda las leyes a su favor!” Exigió el bolero don Memín. “El principio de laicidad no puede chocar con el valor universal de la libertad de expresión, consagrado también en nuestra Carta Magna. Lo que no tiene ese nefasto lidercillo del partido oficial es vergüenza ni oculta su inclinación por la censura y la intolerancia. De verdad que las cosas cada día empeoran” acotó.
–“Sí es motivo de escándalo nacional, replicó el poeta Casimiro, pero además, ese tipo de actitudes, como el que vivimos en nuestra tierra, donde se persigue, acosa y enjuicia a los periodistas críticos, refleja el pánico del partido en el Gobierno ante el despertar del pueblo. Son millones y millones los que están abriendo los ojos luego de haber sido hipnotizados por el espejismo de la 4T y si el discurso de los clérigos coincide con el despertar ciudadano, entonces es inminente la caída de este régimen” vaticinó.
–“Es triste y doloroso decirlo, añadió con su sapiencia de siempre don Julián, pero los síntomas que vemos en la vida pública del país, nos llevan a concluir que nos estamos enfermando de ese mal que se llama totalitarismo, absolutismo y dictadura. En los regímenes de ese tipo, lo primero que desaparece es la libertad de expresión, lo primero que se persigue es a los periodistas críticos y a los líderes de opinión como son los sacerdotes y los obispos, además de los dirigentes de los organismos empresariales y de la sociedad civil. Lamentablemente este Gobierno se ha contagiado de esa enfermedad” aseveró.
–“De ahí el paso siguiente es la represión, abundó el poeta Casimiro. El control policiaco y militar en contra de la disidencia o de la resistencia, y el uso de la fuerza pública para evitar el levantamiento popular. Así ha incurrido en otras naciones, y hacia allá se encamina este régimen: pero aún tenemos la fuerza del voto para frenar esas pretensiones dictatoriales. Hay que ejercer nuestro derecho a decidir el futuro que queremos para esta amada nación” exhortó.

