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PANISMO GUINDA

Wendy Casanova es un alfil del Pashita Jorge Luis Lavalle Maury en el PAN. Ha trabajado con él en el pasado y sigue acatando sus instrucciones.

El Partido Acción Nacional (PAN), tuvo la oportunidad el pasado domingo de rescatar sus principios, su independencia en el manejo de sus decisiones internas y la imagen de verdadero partido de oposición, pero sus consejeros optaron por continuar con el entreguismo que ha caracterizado a las dirigencias que encabezaron Pedro Cámara Castillo y Rosario Cruz Hernández.

Wendy Casanova Mendoza, quien resultó electa en el consejo estatal del pasado domingo, no representa los intereses de los verdaderos panistas campechanos, sino de los “líderes” que tomaron el control y que han sabido negociar con el gobierno de la señora Sansores, para convertirse no en una oposición cómoda, sino entregada descaradamente.

No se recuerda un solo señalamiento crítico ni de los dirigentes estatales ni de sus dos diputados en el Congreso. Por el contrario, tanto Rosario Cruz Hernández como Joshue Golib han actuado como diputados bisagra para que el oficialismo pueda sacar adelante iniciativas controversiales.

¿Por qué los dos diputados locales del PAN de Campeche pueden trabajar de la mano con Morena y en el Congreso de la Unión aparentan una férrea e incluso grosera oposición? Es una incongruencia que el ciudadano analiza, ve, juzga y castiga. Por eso aquí han perdido votos.

Wendy Casanova es un alfil del Pashita Jorge Luis Lavalle Maury en el PAN. Ha trabajado con él en el pasado y sigue acatando sus instrucciones. Por eso intentó debilitar a la dirigencia estatal con su demanda de despido injustificado y su exigencia de una millonaria liquidación. Ahora podrá firmar el cheque destinado a ella misma.

La otra aspirante a la dirigencia, Nelly Márquez, se llevó un gran chasco, porque suponía que la mayoría de los consejeros la respaldarían. Se supone que en la anterior asamblea, cuando se eligió a esos mismos consejeros, la mayoría salió de su grupo político. ¿Cómo es que tan fácilmente dieron el volteón? Es de esos misterios que se atribuyen a las negociaciones bajo el agua.

El Gobierno de la señora Sansores necesitaba controlar al PAN para evitar sorpresivas alianzas en las elecciones que se avecinan. Ahora ya tienen el control del panismo, y hasta podrán tener el derecho de prohibir a candidatos incómodos como, por ejemplo, Pablo Gutiérrez Lazarus, quien cada día se desmarca más y más de Morena y en el PT de plano ya lo descartaron.

Consumada la batalla por el control del PAN, ahora el Gobierno de la señora Sansores continuará con sus procesos penales para inhabilitar a los posibles candidatos competitivos. Saben en Morena que la elección de 2027 no será un día de campo, y que si surge una figura opositora fuerte y con arrastre, se esfumarían sus posibilidades de llevar a Elisa María Hernández Romero a la gubernatura.

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