LAS NUEVAS VÍCTΙMAS DEL MΙSÓGINO
POR: JC Rodríguez Rodríguez
En su tercer periodo de gobierno, el alcalde de Carmen reedita el escandaloso y vergonzoso caso de doña África Saldaña, y con saña y sin miramientos, echa a la calle a 6 mujeres trabajadoras y mayores de edad
Todos los días laborables, los últimos 32 años, doña Nora García Córdova se dedicó a su trabajo. Nunca faltó. Nunca usó sus 9 días de permiso al año con goce de sueldo, excepto cuando falleció su madre. Tenía 32 años de edad cuando el Ayuntamiento la contrató y la asignó como intendente a un Jardín de Niños. Nunca había tenido un solo problema laboral…, hasta mediados de marzo, cuando la convocaron a Recursos Humanos y un tal Josué, a quemarropa, sin preámbulo, le dijo “Señora Nora, usted está despedida”. Enseguida le puso un papel y le soltó “… y tiene que firmar, porque si no firma, usted pierde la plaza”. Doña Nora se sintió morir, literalmente. 64 años de vida y 32 años de trabajo, hace rato le habían pasado la factura. Con diabetes e hipertensión arterial, doña Nora tuvo un bajón; de esos que matan. Pero no la dejaron ni reponerse, porque inmediatamente, ante sus dudas, le aclararon que estaban finiquitando su relación laboral. Era un fi-ni-qui-to, no un DESPIDO, así que no habría ningún tipo de liquidación. “Y hágale como quiera”, fue lo último que le dijeron antes de que ella rechazara plegarse a su “sentencia de despido… o de muerte”.
Doña Nora hoy está en pie de lucha por sus derechos laborales, apoyada por su líder sindical, Miguel Ramón Córdova. Pero su caso no es el único; ejemplifica el de cinco mujeres más que paralelamente han corrido su misma suerte, en circunstancias similares. Son trabajadoras mayores de edad con más de 20-30 años de servicio al Municipio, quienes, por órdenes directas del alcalde Pablo Gutiérrez Lazarus, han sido echadas de sus centros de trabajo sin ninguna contemplación y, lo peor, al margen de la Ley Federal del Trabajo. Se trata de Joaquina Abreu Arias, de 64 años de edad y 30 años de antigüedad laboral; María de Monserrato Can Acosta, de 66 años de edad y 33 años de servicio; Catalina del Carmen Morcillo Roldán, de 65 años de edad y 33 años de antigüedad; Asunción del Carmen Cruz Díaz, de 62 años de edad y 20 años de antigüedad; y Sofía Gerónimo Pérez, cuyos datos están bajo resguardo, pero cuya edad y antigüedad es similar.
Esto nos hace recordar el caso sui géneris de doña África Marina Saldaña Alderete, una mujer trabajadora y mayor de edad despedida sin miramientos y con saña, igual, por orden directa de Pablo Gutiérrez Lazarus.
Con 53 años de edad, con diabetes avanzada e hipertensión arterial, Doña África se encadenó bajo la gran ceiba que adorna la Plaza Cívica “7 de Agosto” del Palacio Municipal el lunes 11 de julio de 2022, para protestar por su despido injustificado y exigir su liquidación conforme a la Ley. En esta plaza pasó 11 meses y 2 días bajo la luna y el sol, la lluvia, el frío y el calor, hasta que su perseverancia tuvo fruto: El martes 13 de junio, Lazarus dobló la manos y le ofreció una indemnización de 200 mil pesos, cantidad que doña África aceptó y consideró un triunfo de su lucha, tomando en cuenta que, hasta antes de eso, la oferta siempre había sido de 28 mil pesos.
En su campamento de la plaza “7 de Agosto”, doña África tuvo que ser atendida muchas veces por paramédicos de la Cruz Roja, por su condición de salud; soportó varias agresiones criminales ordenadas por Lazarus, amenazas de muerte contra su familia y otros ataques, hasta que por fin lo logró.
Ahora el escenario pinta para que se dé una protesta mayor, que exhibiría de nueva cuenta el talante misógino del sujeto que gobierna Carmen por tercera ocasión. Pero Lazarus ¿estará dispuesto a correr ese riesgo? ¿Su maldad en contra de las mujeres trabajadoras y mayores de edad, será mayor que sus ambiciones políticas? “Veremos”, dijo un ciego… y lo llevaban jalando