GRITOS EN PALACIO NACIONAL | Por: Mario Di Costanzo
La crisis en el gobierno de Sheinbaum ya es incontrolable. Los enojos de la presidenta son prácticamente diarios, acompañados de gritos y descalificaciones en las reuniones del gabinete. Con desesperación, los “ideólogos” y “publicistas” del régimen ya no encuentran qué hacer para distraer la atención y crear “cajas chinas” que oculten los malos resultados, la crisis económica y el oscuro panorama que se avecina para el país en 2026. Por ello buscan culpables en el pasado.

Los recientes escándalos sobre presuntos nexos de figuras centrales del gobierno con el crimen organizado —desde el tema del huachicol y el narcotráfico, pasando por el escándalo de Miss Universo, hasta el caso de “El Limonero” con Pedro Haces—, así como los malos resultados en seguridad, combate al crimen organizado, corrupción, economía, salud, soberanía alimentaria e inflación, tienen al gobierno de Sheinbaum y a la 4T en una profunda debacle. La reaparición de su “mesías” con un libro que pretende contar una “nueva, increíble e insostenible historia del México prehispánico” pasó totalmente inadvertida; incluso, sus operadores habrían tenido que comprar ejemplares con recursos públicos para intentar sostener un mito que finalmente cayó y quedó desenmascarado por mentiras y falsas promesas. A ello se suman los resultados de siete años de un gobierno nefasto que ya son evidentes y no se pueden ocultar ni maquillar.
Tal parece que este país rompió un espejo y ha tenido siete años de mala suerte, y todo indica que sigue rompiendo espejos y la mala fortuna continuará. En siete años, el gobierno de la llamada “economía humanista” ha generado apenas la mitad de los empleos que en el sexenio de Peña Nieto. Mientras con EPN se crearon 4.3 millones de empleos formales, en estos siete años AMLO y Sheinbaum apenas generaron 2.4 millones. Hoy, el 55 por ciento del empleo es informal, lo que implica que esas personas no tienen seguridad social ni pensión, y la mayoría no alcanza ni un salario mínimo. En este periodo, más de 11.6 millones de trabajadores han tenido que retirar recursos de su Afore por desempleo.
De acuerdo con el INEGI, en México existen 58 millones de personas que viven bajo la línea de ingreso de pobreza, es decir, son pobres. Hay 45 millones sin servicios de salud y 62 millones sin acceso a seguridad social, mientras el gobierno afirma que solo existen 38.5 millones de “pobres”. Sheinbaum aseguró que 18 millones reciben programas sociales, lo que implica que alrededor de 20 millones no los reciben; más aún, si 58 millones viven bajo la línea de pobreza y solo 18 reciben apoyos, entonces más de 40 millones quedan excluidos.
Hoy se importan más granos básicos que hace siete años y, en los próximos cuatro años, se pagará agua a Estados Unidos. Se produce menos petróleo, gas y gasolina, a pesar de que en solo siete años el gobierno duplicó la deuda acumulada en 70 años. Al cierre de 2026, esta alcanzará los 20.5 billones de pesos, casi el 60 por ciento del PIB. Las finanzas nacionales están en quiebra y lo que sigue es el terrorismo fiscal: se perderá el grado de inversión y la economía no crece. En siete años, el crecimiento promedio ha sido de apenas 0.7 por ciento. Con inflación, la canasta básica alimentaria, según el INEGI, alcanza los 2,462 pesos, por lo que el salario mínimo proyectado para 2026, de 9,500 pesos, será insuficiente, a lo que se suman la cuesta de enero, el IEPS y los aranceles a más de 1,400 productos chinos.
La presidenta ha perdido más de 20 puntos de popularidad en este año, y aún falta enfrentar lo más difícil en 2026 y 2027, cuando habrá elecciones y Morena podría perder su mayoría en la Cámara de Diputados. Esto los tiene desbordados; actúan como una bestia herida, buscando culpables en el pasado para ocultar su fracaso. Solo una oposición unida con la sociedad puede romper estos años de “mala suerte”. Las condiciones ya están dadas; se puede, se puede, solo falta que todos, todos ustedes, quieran.

