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EXPEDIENTE | REVOCACIÓN, CLAMOR POPULAR

Junto con la exigencia de que se vaya Marcela Muñoz, que renuncie la gobernadora Layda Sansores, o que no se vote por Morena y mucho menos por Jamile Moguel, los miles de campechanos que han acudido a las marchas ciudadanas realizadas hasta ahora, están promoviendo que los diputados legislen sobre la Ley de Revocación de Mandato.

Es claro sin embargo, que la exigencia va más allá y que el clamor que se ha generalizado, es que se convoque en Campeche a una consulta ciudadana que tenga como finalidad decidir si Layda Sansores se queda o se va.

No es necesario ser pitoniso, arúspice, chamán o brujo para adivinar que el consenso generalizado en este momento en Campeche, es que la gobernadora Sansores se vaya.

Vaya, si en las elecciones de 2021, seis de cada nueve votantes la rechazaron (el 66% aproximadamente), es un hecho que en estos momentos de grave crisis institucional y de ingobernabilidad, el porcentaje ha crecido y ya debe rondar el 90 por ciento de repudio a su Gobierno.

Quienes hemos acudido a las calles a cubrir las marchas, o recorremos las colonias, barrios y comunidades rurales del Estado, podemos sostener sin duda alguna, que la mayoría de los campechanos no quieren a Layda, que no la respetan, que no le creen y que no confían en ella.

Es cierto, si la Gobernadora va a las colonias y comunidades rurales a rifar motocicletas y a regalar obsequios de todo tipo, es obvio que la gente acudirá a sus reuniones y que participarán en sus concursos, pero eso no significa en modo alguno que la quieran, la respeten o que la vayan a respaldar cuando ella se los pida.

También es verdad que si Seso Loco y los de Morena organizan una “marcha de respaldo” a su gobernadora, van a llevar a más de 20 mil campechanos a gritar porras a su favor. Eso es innegable. Pero también es cierto que casi la totalidad de los asistentes irán por obligación y porque los amenazaron con sanciones en caso de no presentarse. Así ha sido con los gobiernos del PRI, del PAN y empeoró con este Gobierno de Morena.

No tenemos la menor duda de que en el equipo de Layda Sansores se tiene conocimiento de este diagnóstico. Sus termómetros políticos miden la misma temperatura que los nuestros, solo que a lo mejor ellos prefieren mentirle a la mandataria o dosificarle la verdad para que no le de un infarto.

Pero es claro que se han cometido muchos errores. Que ahora mismo estamos en medio de la más grave crisis institucional de toda la historia de Campeche, y sin la menor voluntad política de asumir culpas, enmendar el rumbo, corregir los errores y empezar a trabajar en una posible operación cicatriz.

Es que ya no se trata solo de Marcela y sus cinco compinches en la SPSC. Los campechanos van a exigir de ahora en adelante que ya vayan todos los foráneos que no han dado resultados. Por ejemplo, el de Economía, Fernando Gamboa Rosas, que sigue vegetando en sus oficinas sin que los campechanos veamos algún fruto de su abultado salario. No está de más decir que su oficina está repleta de jovencitos, igual de inútiles, e igual de foráneos.

¿Qué resultados ha dado Miguel Angel Gallardo López en Planeación? ¿O Jezrrael Larracilla Pérez en Finanzas? ¿María Eugenia Enríquez en Contraloría? ¿O el abogadito Juan Pedro Alcudia? 

La lista es larga, y es claro que ya no bastará solo una disculpa pública de la Gobernadora cuando las aguas ya no estén tan turbias en Campeche. 

Será necesario enmendar el rumbo y corregir los errores y uno de ellos es haber llenado el gabinete de tanto foráneo inútil que solo devengan sueldos estratosféricos, sin arrojar algún resultado positivo al pueblo campechano. Y después, la revocación de mandato.

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