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EXPEDIENTE | MARCELA SOLO VINO A JODER A LOS CAMPECHANOS

No sorprende el incremento del repudio ciudadano a la figura de la ambiciosa secretaria de Protección y Seguridad Ciudadana, Marcela Muñoz Martínez, por su cerrazón para escuchar las voces y opiniones de los campechanos y su negativa a enmendar su abusiva conducta.

Debería la guanajuatense Muñoz Martínez leer de vez en cuando las redes sociales, para estar enterada del creciente repudio y aversión que le profesan a diario. Porque no ha terminado de salir de un escándalo, y ya está envuelta en otro.

Recordemos el reciente caso del autoritario aseguramiento y retención de automóviles, porque no portaban sus placas “en el lugar adecuado”, que por instrucciones de Marcela y su camorra de comandantes foráneos, necesariamente tendrían que estar en las facias trasera y delantera de los autos. Una excusa tonta para exprimir los bolsillos de los conductores.

Ante la presión ciudadana, la guanajuatense dio marcha atrás, y “acordó” modificar el Reglamento para que quienes infrinjan esa norma —que ella unilateralmente decretó sin la aprobación de los diputados— “sólo” sean acreedores a una multa. Se trata de joder a los campechanos.

Luego vino el escándalo de las franjas amarillas del malecón, en que Marcela, la gobernadora y sus respectivos asesores, nos salieron con la soberbia estupidez de que fue una “decisión” de los que están construyendo el tren de las dos mentiras. ¿Y ellos desde cuándo son autoridad? Expresamente admitieron ineptitud, negligencia, incapacidad y estulticia, como si no fueran ellas las que rigen esas áreas.

Ahora nos salen con tres nuevas amenazas: que van a decomisar miles de licencias, porque son “apócrifas” o se expidieron “de manera ilegal”; que van a expropiar los vehículos que no han sido reclamados porque se encuentran atiborrados en los corralones, y tres, que sin que usted sea notificado, será infraccionado y multado por circular a alta velocidad o por cualquier otra violación al Reglamento en las carreteras estatales.

Como dijimos, se trata de joder a los campechanos. ¿Desde cuándo se implementaron en Campeche las fotomultas, esas que se aplican con base a un supuesto monitoreo de las cámaras de seguridad? No sabemos, pero ya la perversa y acosadora gobernadora Sansores anunció que está en vigencia y que todos tendrán que pagar sus multas, cuando vayan a realizar algún trámite relacionado con sus vehículos o cuando tengan que pagar algún impuesto.

No descartamos que en los próximos días se incrementen de nuevo las sublevaciones ciudadanas, para repudiar y condenar las nuevas formas del acoso policiaco en contra de los campechanos. Ya las mentadas de madre contra la autoritaria mandataria y su inepta y corrupta secretaria de Protección y Seguridad Ciudadana, están a la orden del día en las redes sociales.

Sus abusivas decisiones, sus extralimitados retenes, los atropellos policiacos, el excesivo uso de la fuerza contra los ciudadanos, el acoso permanente contra los motociclistas, y ahora sus nuevas reglamentaciones para extorsionar a los conductores, nos confirman que el objetivo de Marcela Muñoz Martínez no es servir a los campechanos, sino joderlos. Jodernos a todos.

No tienen el mínimo de prudencia y sensibilidad. Para las sinvergüenzas y corruptas Layda Sansores y Marcela Muñoz, joder económicamente a los campechanos es una de sus necesidades vitales.

No les interesa ejercer sus funciones de vigilancia para contener los delitos y proteger a los ciudadanos, sino sacarse de la manga más razones “legales” para acosar, perseguir, infraccionar, multar, y dañar de manera permanente los bolsillos de los ciudadanos.

Y la razón es muy simple: no son campechanas. Apenas concluya este sexenio de desgracias, apenas termine este Gobierno fallido, Layda, Marcela y su camorra de comandantes regresarán a sus lugares de origen con sus maletas repletas de dinero. Les vale madre el hartazgo de los ciudadanos o que se expresen con votos de castigo en las urnas.

Porque es mentira que la recaudación de las multas e infracciones se canalicen a los Municipios. Cada Dirección Municipal de Tránsito y Vialidad puede manejar ciertamente esos montos, pero en el caso de la capital no existe una policía municipal, de manera que toda la bolsa se va a las cuentas de Marcela y de sus corruptos comandantes foráneos.

Aún más, el diputado Pedro Armentía exhibió en el Congreso la ignorancia de la corrupta guanajuatense y de sus inútiles asesores, al evidenciar que es mentira que las multas se distribuyan a los Municipios. El legislador mocista demostró en la tribuna que un convenio firmado el 2 de enero de 2023 modificó el criterio de distribución de esa bolsa, pues antes el 100% de multas e infracciones iba para los ayuntamientos; ahora, el 100% van a las arcas de la SPSC. Antes, el 30% de la renovación de las placas se lo quedaba el Estado; ahora la SPSC se queda con el 50%. O sea mienten, y para justificar sus mentiras, mienten más.

Se insiste: sólo vinieron a joder a los campechanos, y lo están haciendo con descaro. No les interesa que el pueblo las repudie. Su desmedida ambición para recaudar todo lo que puedan, para después largarse a disfrutar lo robado, es la que ocupa sus mentes perversas. Saben que sólo les quedan 28 meses de bonanza, y así nos sacarán lo que puedan.

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