Exhibición de payasos
El diputado Toñito se siente con autoridad suficiente para reconvenir a los legisladores por las opiniones que externan; quiere controlar a los de oposición, cuando ni a los de su propia bancada mete en cintura…
–“Tal y como se esperaba, arrancó su charla el poeta Casimiro, la comparecencia de los funcionarios del gabinete concluyó sin pena ni gloria. Solo sirvió para que unos hicieran el ridículo, y otros se exhibieran como serviles payasos que son capaces de arrastrarse entre el estiércol, con tal de evitar que los opositores le causen alguna incomodidad a los “señores secretarios”.
–Hay un personaje conocido como Popeyito que llegó al grado de querer regañar a la presidenta de la comisión que coordinaba la comparecencia, porque, a su criterio, se había “ofendido” al compareciente, como si exigirle datos claros, precisos y ciertos fuera una ofensa. Él, Popeyito, sí ofende con sus pose de porro de barrio agrediendo a los legisladores de oposición” lamentó el bolero don Memín.
–“Me tocó ver la transmisión –pésima por cierto—de una de esas comparecencias, en donde un diputado priísta con mucha propiedad y con base en las leyes, los reglamentos y los acuerdos internos, puso en su lugar nada más y nada menos que al propio presidente del Congreso al diputado Toñito, quien se siente con autoridad suficiente para reconvenir a los legisladores por las opiniones que externan; quiere controlar a los de oposición, cuando ni a los de su propia bancada mete en cintura” añadió por su parte el viejo Julián.
–“Yo, como les externé cuando hablamos de esto hace algunos días, intervino doña Chela, ya sabía que esas comparecencias iban a ser un cero a la izquierda, una exhibición de payasos con la intención de decirnos que todo está bien, y que vivimos en el Estado más seguro, más próspero, más dinámico y más transparente. ¡Bola de farsantes! ¡Nadie les cree sus mentiras!” exclamó.
–“Yo voy a seguir insistiendo, añadió a su vez el bolero don Memín, que somos los ciudadanos los que nos permitimos tener a esos representantes populares, en primer lugar porque aceptamos votar por ellos a cambio de unas monedas, y en segundo lugar porque no les exigimos cuentas cuando de casualidad se dan su vuelta por el distrito. Hay que encararlos y reclamarles su servilismo y su traición porque ellos deben ser representantes del pueblo, no defensores de este Gobierno inepto, opaco, corrupto y represor” proclamó visiblemente disgustado.