Opinión

En las tripas del jaguar | 18 de marzo de 2024

LA LÓGICA DE VANIA

Bien dicen que con dinero baila el perro, y si ese perro vive de un cargo público, hasta a ladrar aprende. Tal parece ser el caso de la directora del Instituto de la Mujer, Vania Kelleher Hernández, que no defiende a las mujeres que participaron en la marcha feminista y apoya la descabellada iniciativa de la gobernadora de proceder legalmente contra ellas. 

Ante la pretensión de Layda Sansores de criminalizar el derecho a protestar, Vania Kelleher deslizó el bulto. Comentó que “todo mundo es libre de hacer y decir lo que quiere, simple y llanamente no dañando a quienes están enfrente”, y acusó que un grupito politizó la marcha porque agredieron el Palacio de Gobierno, mas no el Municipal. Gulp. 

No aportó pruebas de lo que dijo, por lo que su acusación carece de validez. Pero, siguiendo la simple lógica de Vania, entonces Layda Sansores también debería responder por todos los daños y destrozos que ocasionó con su nada pacífica resistencia del 1997. Que repare y pague los vidrios vandalizados ahora, a cuenta de los que destrozó hace 25 años. Sería lo justo. ¿O no? Todos somos iguales ante la ley.


MUJERES IGNORANTES

Si para Vania Kelleher, la gobernadora Layda Sansores no tiene discurso de odio, no ataca a nadie, no polariza ni fomenta el enfrentamiento entre campechanos, es honesta, no criminaliza nada… debemos preguntarnos entonces, ¿qué escucha cada martes que asiste al jaguar a aplaudir como chaira? O es que como bien dicen, ¿con dinero baila el perro?

Ante los reclamos de que el IMEC permanece pasivo en situaciones que lesionan a las mujeres, dijo que la gente ignora que el Instituto es política pública nada más, a diferencia del Centro de Justicia, que es una agencia especializada de la Fiscalía al cual las mujeres agredidas deben acudir… Lo único que faltaba. Ahora resulta que son ignorantes las mujeres que desesperadas acuden por ayuda a ese Instituto. 

“Siempre he sido la burra, la tonta, y en las redes me agreden todos los días”, se quejó Vania Kelleher. ¿Por qué será? A lo mejor porque las políticas públicas no le permiten ser solidaria con las mujeres violentadas, que por desesperación y no por ignorantes claman por ayuda. O porque las jóvenes que exigen un derecho, son ignoradas por el IMEC, donde con tal de conservar sus salarios les vale madre si se criminalizan o no las protestas. 

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