Construirán una vivienda digna a abuelito que pidió ayuda y le dieron croquetas
Un hombre de la tercera edad llamado José Adán Barrera Méndez originario de Campeche, vive en situación de calle. Desafortunadamente en estas épocas se las ha visto más difícil, por lo que no tuvo otra opción que ir a pedir un poco de comida en una casa.
¿Qué le dieron? ¡Croquetas de perro mezcladas con un poco de arroz!
El hombre no se había percatado de lo que le habían dado en el plato e, inocentemente, siguió su camino pidiendo en otra casa un poco de pan para acompañar el alimento.
Por fortuna, así como hay personas francamente malvadas, también hay otras que son compasivas.
El abuelito se sentó más adelante para comer lo que le habían dado y ahí fue que se dio cuenta de la humillación. Estaba llorando cuando un joven notó lo que estaba pasando y lo apoyó.
https://www.facebook.com/fabiiangonzlezalcocer/posts/2937104823054902
Fabián González Alcocer es el nombre del chico que ayudó al abuelito. Según lo que contó en sus redes sociales, estaba en su casa en la ciudad Chetumal, Quintana Roo, cuando notó Don José estaba cabizbajo:
“Hoy me encontré a un viejito ambulante, sentado afuera de mi casa, pidiendo un pedazo de pan para acompañar la ‘comida’ que alguien le había dado. Aparentemente el hombre de la tercera edad no se percató de que lo que estaba por comer era alimento para perro. Todo indica que fue una broma de mal gusto para don José”, escribió Fabián en su cuenta de Facebook.
Tras conocer su historia, Fabián decidió invitarlo a su casa. Ahí le regaló ropa nueva y le permitió usar su regadera para que se bañara y se afeitara.
“Para mí lo que le hicieron es sinónimo de burla y de gente sin educación. Es triste ver cómo entre nosotros mismos nos tratamos como mierda”, señaló.
En otra publicación de la misma red, Fabián cuenta: “Regresé por él a pregúntale que si se quería bañar y me dijo ‘sí, no cae nada mal un baño’”.
Después lo llevó a una peluquería, en donde el estilista le regaló el corte de cabello.
El caso del viejito ha sido viralizado por miles de usuarios en Facebook. Don José está recibiendo el apoyo de cientos de personas.
Por supuesto, hay quienes piden que el señor diga quiénes son las personas que lo humillaron, pero más allá de la “venganza”, lo que vale es la solidaridad desbordada de la gente de Chetumal.
Don José duerme en un terreno baldío con unas láminas que lo cubren del techo. Algunos proponían rentarle un cuartito o ayudar a contruirle una casita.
Pero él se aferra a su casita de lámina, entonces se le va a ayudar a construirla un poco mejor con la cooperación de todos.
Sin duda un gran ejemplo el de Fabián que lo recibió en su propia casa y le dio ayuda de verdad.
Y hoy no falta quien le ofrezca un plato de buena comida.
Ya inició la construcción de una casa digna para don José.
Lo dicho, aunque a veces parezca lo contrario, en México hay muchas más personas buenas.