LA CLOACA DE LA POLÍTICA | 21 DE NOVIEMBRE DE 2025
Son de esas acciones que se orquestan ante el vacío de poder. No hay mano firme en el Gobierno, no hay conducción de los destinos del Estado, no hay interés por tomar el control y enmendar las cosas…
GANAS DE NO GOBERNAR
En medio de una grave crisis de inseguridad que le costó la vida a la síndica morenista Karina Aurora Díaz Hernández, con una ciudad capital en caos por la irritación popular que ha provocado la implementación del ineficiente sistema de transporte Ko’ox, entre otros problemas, la gobernadora Layda Sansores volvió a ausentarse de la entidad con el pretexto de una reunión en Palacio Nacional con la presidenta Sheinbaum.
Sansores voló a la capital desde el miércoles y seguramente no volverá sino hasta el martes, para presidir otro de sus “Martes del jaguar” que cada vez se muestra más famélico en audiencia y estéril en cuanto a resultados. La verdad es que da igual si ese programa se mantiene o desaparece.
Lo lamentable es que Layda Elena siga desajenándose de su responsabilidad como gobernadora. Esta ausencia, por ejemplo, le impidió encabezar el desfile revolucionario y entrar en contacto con los contingentes de jóvenes deportistas. Sí, con esos mismos a quienes dice apoyar, a la distancia, según se observa.
Fue la secretaria de Gobierno, Elisa María Hernández Romero, quien presidió las actividades por el Día de la Revolución Mexicana. Plan con maña al parecer, ya que de esa forma se promueve la imagen de quien es hasta ahora la delfina de la gobernadora para sucederla, pese a que su respaldo ciudadano es cada vez más endeble.
No ha podido resolver ninguno de los conflictos que ha enfrentado –Atasta y el transporte público, solo por citar dos casos—y su ubicación en las encuestas reales es de tercer lugar para abajo. Aun así, se entercan en postularla.
Pero son de esas acciones que se orquestan ante el vacío de poder. No hay mano firme en el Gobierno, no hay conducción de los destinos del Estado, no hay interés por tomar el control y enmendar las cosas, y por eso cada vez todo va de mal en peor.
Quizá la gobernadora se tomó unos días de descanso porque la presidenta Sheinbaum la hizo trabajar el pasado fin de semana con las actividades que encabezó en Campeche, Champotón, Palizada y Tabasco. Lo malo es que sus ausencias son cada vez más frecuentes y prolongadas, lo que, se insiste, ha dejado al garete al Estado en estos cuatro años. Y ya no hay tiempo para recuperar lo perdido.
Son ganas de no gobernar. Ojalá que el ciudadano, cuando vaya a votar en los comicios de 2027 se pronuncie por alguien que sí tenga ganas de trabajar por el bien de su Estado, porque hemos perdido casi un lustro de falta de trabajo y de resultados.

