LUCRAN CON EL DEPORTE
Sí enoja que, hasta estos momentos de verdadera felicidad popular, que ocasiona el triunfo del equipo de béisbol, se quieran manipular con criterios políticos y partidistas…
Doña Chela volvió a llegar sumamente encabritada a la reunión vespertina con sus amigos del Parque Principal. A pesar de que pernoctó a unos metros de la taquilla del estadio, de que soportó lluvias, sol, calor, frío, truenos y relámpagos con tal de alcanzar boletos para ver los partidos de la serie final contra los Diablos, cuando le tocó ser atendida, ya todos los pases se habían agotado.
–“Si dicen que solo se podían vender hasta cuatro boletos por persona ¿por qué hay una diputada trinquetera de la Bahía de la Buena Pelea que desde hace varios días está ofreciendo que va regalar 20 pases a quienes le den likes a sus páginas de redes sociales?” Cuestionó doña Chela severamente dominada por la ira y el coraje.
–“Bueno, le observó atento el bolero don Memín, también la precandidata oficial está ofreciendo boletos para el béisbol, y ya sabemos además que más de la mitad de las gradas están reservadas para cuando la Tía quiera ir a echarle porras a nuestros amados filibusteros, solo que ella no va sola, sino con todos los del gabinete y sus achichincles, para no correr el riesgo de los abucheos”.
–“La verdad es que sí encabrona que hasta estos momentos de verdadera felicidad popular se quieran manipular con criterios políticos y partidistas, coincidió el viejo Julián. Y no hablemos de la corrupción que hay en la venta de boletos, porque sí es increíble que la gente que pernocta haciendo cola para llegar primero a la taquilla, sean estafados con el cuento de que ya se agotaron los pases. Eso es negocio de la directiva y de los pinches políticos” estalló el venerable senecto.
–“Me consta que hay chanchullo, tercio el poeta Casimiro porque un amigo no alcanzó a comprar los boletos a precio oficial de 380 pesos por persona, y se comunicó con personal que le trabaja al equipo y a la organización, y resulta que ellos sí tenían pases, solo que ya no costaban 380 pesos, sino 680 o sea, le subieron 300 pesos. Imagínate que vendan mil boleros de esa manera, ya se embolsaron 300 mil pesos libres de polvo y paja. Lo lamentable es que hay gente que se presta a esos negocios turbios” lamentó.
–“Yo de los políticos ya estaba decepcionada desde hace tiempo, expresó doña Chela, pero de los empresarios que manejan el equipo no había tenido la oportunidad de corroborar que también se prestan a estos chanchullos, hasta ahora, que ya no pude comprar mi boleto y tampoco tuve suerte de ganar alguno en las rifas que hacen los políticos que regalan pases. Con trabajo junté mis 380 pesos para un boleto ¿y de dónde voy a agarrar para pagar 300 pesos más? Cuestionó, Que se les pudra el tamal a los que obren mal” sentenció con un dejo de impotencia.