VIVE EN DECLIVE LA ‘JOYA’ PETROLERA
Por: Reforma | Diana Gante
La economía de Ciudad del Carmen, Campeche, considerada por años la “joya” de la producción petrolera en el País, está en declive.
Hace 20 años, el megaproyecto Cantarell, que debe su nombre a Rudesindo Cantarell, el pescador que alertó por manchas de aceite en el mar, aportaba 2 millones de barriles diarios a la producción petrolera, lo que llevó a México a lograr un máximo de 3 millones de barriles por día en 2004.
Ciudad del Carmen, donde la sensación térmica pueden superar 45 grados centígrados, era una comunidad pesquera que se transformó por el boom petrolero en la región, aquel con el que se administraría la abundancia a finales de la década de los 70.
Desde ese momento, su giro económico cambió, Pemex llegó a operar al Municipio y con ella aterrizaron empresas proveedoras de servicios, hoteles, compañías de alimentación y entretenimiento.
El paisaje de la ciudad ahora incluye plataformas y buques petroleros, con trabajadores con overoles y cascos yendo de un lado a otro.
Sin embargo, el declive económico y productivo de Pemex ha contagiado a Ciudad del Carmen.
Por ejemplo, su aeropuerto pasó de tener hasta ocho movimientos al día a sólo dos.
Según el Gobierno federal, Pemex adeuda 506 millones de pesos a su proveedores y actualmente sólo produce 1.3 millones de barriles diarios.
Cantarell está formado por los campos Nohoch, Chac, Akal, Kutz, Ixtoc y Sihil, que en su conjunto produjeron 137 mil barriles diarios en 2024.
Daño al comercio
El impago que mantiene Pemex a sus proveedores y contratistas ha provocado un menor flujo de trabajadores de la industria petrolera en Ciudad del Carmen, lo que a su vez afecta al sector hotelero, pues disminuyeron los huéspedes por razones laborales.
Además, hay dificultad para atraer a viajeros por motivos vacacionales.
La situación es cada vez más crítica y en varios de los inmuebles se pueden observar marcas de deterioro por el paso de los años y la salinidad que deja huella en todas partes.
El comercio local también se ha visto afectado, pues ya no es la misma cantidad de gente de los navíos, plataformas petroleras u oficinas de Pemex la que sale por las tardes a comer o los fines de semana a distraerse.
Comercios de artículos o servicios que no son de primera necesidad han sufrido en sus ventas. Tan sólo en diciembre del año pasado, cuando la crisis del impago de Pemex fue más fuerte, algunos negocios reportaron una caída en sus ventas de 70 por ciento, según la Cámara Nacional de Comercio (Canaco) de Ciudad del Carmen.
Un caso particular es el del señor Nery Rivas, que tiene un puesto ambulante en el que vende cocteles de camarón, jaiba y pulpo.
En su mejor momento, el negocio llegó a tener filas de más de media hora de espera en fines de semana o fechas festivas.
La venta llegó a ser tal que fue necesario contar con más manos, con lo que llegó a tener siete trabajadores.
El señor Rivas contó que, a raíz de la situación que vive Pemex con sus contratistas, sus ventas se han visto afectadas considerablemente, al grado de que en el último trimestre de 2024 cayeron 40 por ciento y no han logrado recuperarse.
Pese a la compleja situación, este comerciante mantiene a sus siete trabajadores, con la esperanza de que haya una mejoría para no tener que despedirlos.
“Lo hemos analizado, si no mejora la situación, nos tenemos que reajustar con el personal, porque si es bastante lo que pagamos de personal.
“Tenemos a nuestros vecinos enfrente que venden licuados y con ellos comentamos todos los días que la situación de las ventas ya ha bajado mucho, igual con el de autolavados, incluso con el de materiales de construcción, la situación ha sido complicada para todos”, señaló el señor Rivas.
Vivienda vacía
En Ciudad del Carmen hay algo que si abunda: los locales y casas con letreros de “se renta” o “se vende”.
Bajo este panorama, al Municipio le quedan dos opciones: esperar un “milagro petrolero”, es decir, que la situación de Pemex mejore y con ella aumente la producción y los servicios que se requieren para el sector, o lograr diversificar su fuente económica y dar a conocer el destino como un punto turístico.
La apuesta es que la gente vaya a Ciudad del Carmen no sólo para trabajar o proveer a plataformas petroleras; sino porque desde su malecón se puede admirar el avistamiento de delfines, quienes al caer el atardecer se asoman a la superficie.


