POR CULPA DEL TELÉFONO
Ni Slim, que es el que más teléfonos ha vendido en el país le ha sacado tanta plusvalía a uno de sus celulares, como el que ha podido usufrutuar la Tía gobernanta con el que le regaló a la Emperatriz…
“Ahora resulta que por un teléfono que la Tía gobernanta le regaló en 2008 a la Emperatriz Claudia, cuando andada de activista como “Adelita del petróleo”, la hemos tenido que soportar los ciudadanos en estos cuatro años de pésimo Gobierno de nulos resultados y de mucha corrupción”, se quejó doña Chela ante sus amigos de tertulia.
–“La verdad, la secundó su compadre don Memín, ese cuento lo recuerda cada vez que viene de visita, como si fuera una gran proeza y le hubiera costado mucho a la Tía adquirir un teléfono nuevo y regalárselo para estar en permanente comunicación con ella. Y además dice que eso prueba su gran generosidad. ¡Recáspita! ¡El valor de ese aparatito no representa ni la mínima parte de un pelo de oso con lo que su progenitor se llevó del presupuesto público!” exclamó.
–“Lo que puedo decir, y en eso coincido ampliamente con ustedes, expresó don Julián, es que ese teléfono, independientemente del valor que haya tenido, no le costó a la hija del Sátrapa Negro, sino que lo estamos pagando los ciudadanos con este pésimo Gobierno. ¡Por culpa de ese teléfono estamos condenados a soportarla!” externó.
–“Ni el señor Slim, que es el hombre que más teléfonos ha vendido en el país le había sacado tanta plusvalía a uno de sus celulares, como el que ha podido usufrutuar la Tía gobernanta. Imagínense, en solo cuatro años ya le sacó cien mil millones de pesos del presupuesto estatal, y además compró impunidad para ella y sus allegados” complementó el poeta Casimiro.
–“Lo que sí sé es que por culpa de ese aparato que le regaló, añadió doña Chela, ella puede hacer lo que quiera en nuestro terruño y lo peor es que le van a dar chance de que imponga a su sucesora en el cargo. Pinche telefonito, que le costará por lo menos dos gubernaturas y cientos de miles de millones de pesos más a los indefensos habitantes de estas pacíficas tierras” lamentó.
–“Yo lo que creo, remató filoso don Memín, es que hace mal doña Claudia en recordar esa anécdota cada vez que puede, porque reconoce públicamente que se deja convencer por un simple regalo, y que le da más valor a un aparato de comunicación, que a los sentimientos verdaderos del pueblo. Ella se siente en deuda con la gobernanta, no con los habitantes de esta entidad abandonada y mal gobernada y eso no deja de ser lamentable y repudiable” concluyó.