LÍMITES ENTRE SEGURIDAD PÚBLICA Y DEFENSA NACIONAL.
Por: Jose Juan Lazo Reyes | Ex Director General Jurídico del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
Las recientes muertes de soldados y civiles, por explosiones de narco – minas, como se ha dado en denominarlas tanto en diciembre de 2024, como ahora en mayo de 2025 entre los Estados de Michoacán y Jalisco, nos deja un mensaje tan ruidoso como las minas que explotaron y que solo un sordo no quiere oír.
Y este mensaje es que no estamos ante un problema de seguridad pública. Ya el sexenio pasado, ante los grandes eventos de violencia que sufría el país por el crimen organizado, se infiltro a la Policía Federal, (Que era una institución de seguridad pública, con evidentes funciones y características policiales), con elementos del las fuerzas armadas de la defensa nacional ósea militares o soldados, para crear un hibrido muy raro y difícil de comandar que a la larga traerá muchos problemas en su mando y forma de dirigirse, la Guardia Nacional.
Es verdad que las instituciones de seguridad pública, estaban siendo rebasadas e insuficientes para combatir al crimen organizado, pero esto no era un problema de las policías locales o de la ahora extinta Policía Federal, esto en realidad se debió a un problema de nuestra siempre ciega Justicia Mexicana (por eso tiene los ojos vendados) y de nuestro presidencialismo que no acepta la realidad del país en aras de mantener un estatus artificial de progreso económico y estabilidad política.
Ni la justicia ni el ejecutivo, quieren ver que México está hoy día en GUERRA. Nos duele, nos desangra, nos cuesta mucho y nos va a costar más, pero es la REALIDAD. Vivir negando la realidad no solucionará el problema, por el contrario, lo hará más grave.
Esta afirmación no es gratuita, el nivel de armamento, el número de efectivos desplegados en ambos bandos, el número de victimas mortales y damnificados civiles en patrimonio, salud o paz pública, así lo confirma. Una guerra no se define por un decreto, sino por sus elementos constitutivos, no hace falta declararla a tu peor enemigo, como en popular juego infantil callejero. No, no es necesario hacer nada de eso para que haya como hay en México una guerra. No era necesario hacer un monstruo de las instituciones de seguridad pública.
Lo que, sí era y es necesario, es ver la realidad y que tanto la Corte como el Ejecutivo, acepten que no se puede combatir balas con papeles con letras. No se puede mandar policías a la guerra, a la guerra se manda soldados y se les manada armados, y se les manda a matar al enemigo y con misiones y objetivos claros.
Si la corte sigue exigiendo protocolos de actuación de derechos humanos propios de la seguridad pública y de los delitos comunes, para con los enemigos en una guerra, estamos destinados a perderla. Lo ocurrido hoy con las narco – minas, ya rebasó los límites de la seguridad pública para entrar en los de la Defensa Nacional.